por APRA | May 11, 2016 | Crítica a las Religiones |
Por: Richard Dawkins
ENTREVISTA A RICHARD DAWKINS.
por Richard Dawkins, traducido por Anahí Seri (originalmente para Rebelión)
En el principio fue ¿. . .?
La simplicidad.
¿En qué difiere su intolerancia de la de un fanático religioso?”
Yo sería intolerante si abogara por prohibir la religión, cosa que por supuesto jamás he hecho. Lo único que hago es expresar de forma contundente unos puntos de vista acerca del cosmos y de la moralidad con los que usted resulta que no está de acuerdo. Usted lo interpreta como “intolerancia” debido al curioso estatus privilegiado del que goza la religión, que consigue sus objetivos gratis, sin tener que defenderse. Si escribiera un libro titulado “El engaño del socialismo” o “El engaño del monetarismo”, usted nunca emplearía una palabra como intolerancia. Pero “El engaño de Dios” enseguida suena a intolerancia. ¿Por qué? ¿Dónde está la diferencia?
Yo deseo (y usted podría decir que es un deseo fanático) que la gente piense por sí misma y tome sus propias decisiones, basándose en las pruebas que están a la vista de todos. Los fanáticos religiosos quieren que la gente desconecte su propia mente, ignore las pruebas y siga ciegamente un libro sagrado basado en una “revelación” privada. Hay una diferencia enorme.
Usted no hace distinción alguna entre la religión organizada (que puede ser peligrosa) y la “creencia en Dios” de un individuo (que no perjudica a nadie). ¿A que se debe que usted parezca ser incapaz de establecer una diferencia?
Por supuesto que soy capaz de distinguir entre las dos cosas. Pero la cuestión de si las creencias son peligrosas o inocuas no es el único criterio de interés para distinguir entre ellas. Está, además, la pequeña minucia de si son ciertas. Los científicos se preocupan de esas cosas.
Se han cometido actos terribles en el nombre de Cristo, pero él siempre predicó la paz y el amor. ¿Qué tiene eso de malo?
La paz y el amor no tienen nada de malo. Tanto más lamentable es que haya tantos seguidores de Cristo en desacuerdo. Escribí una vez un artículo titulado “Ateos a favor de Jesús” (véasehttp://www.RichardDawkins.net) y estuve encantado de lucir una camiseta con ese lema.
¿Considera usted que el hecho de que los padres obliguen a sus hijos a aceptar su religión es una forma de maltrato infantil?
Sí. ¿Qué pensaría usted de unos padres que obligaran a sus hijos a aceptar sus ideas políticas, o sus gustos de arquitectura? ¿Alguna vez ha oído a alguien hablar de un “niño leninista” o un “niño posmoderno”? Por supuesto que no. Entonces, ¿por qué aceptamos lo del “niño cristiano” y “niño musulmán”? Ponerles a los niños la etiqueta de la religión de sus padres es maltrato infantil.
¿Se deleita usted discutiendo con creyentes?
No.
¿Su mujer alguna vez dice “Jesús” cuando usted estornuda, sólo para fastidiarle?
Dios, tendría que tener una mente horriblemente literal para que me molestara algo así. ¿Qué se piensa usted que soy, una de esas personas que envían felicitaciones navideñas a The Archers” ?
Soy ateo igual que usted, pero ¿podría haber en la vida humana un lugar para la metáfora que proporciona la religión y, en particular, la mitología?
Las metáforas están bien si fomentan la comprensión, pero a veces son un estorbo. Puede ser mejor tomar el atajo hacia lo real y obviar la metáfora.
Einstein, Newton, Bacon, Kepler, Pascal, Boyle y Faraday, todos ellos creían en Dios. ¿Le molesta a usted que estos eminentes científicos puedan haber sido víctimas de un “engaño”?
Era difícil ser ateo antes de El origen de las especies. Einstein es el único de su lista que nació en un mundo post-darwiniano, y no es casualidad que fuera además el único que no creía en Dios. Él declaró: “Lo que usted leyó sobre mis convicciones religiosas era, desde luego, mentira, una mentira que se repite sistemáticamente. Yo no creo en un Dios personal y nunca lo he negado, sino que lo he expresado con claridad.”
¿No le preocupa a usted que, en última instancia, la mayor parte de la humanidad no sea capaz de enfrentarse a la idea de que Dios no existe?
Ojalá se equivoque usted, pues parece un insulto bastante condescendiente hacia la humanidad. En cualquier caso, creo que hay mayor nobleza, y mayor consuelo en enfrentarse a la verdad, incluso si es algo que duele o da miedo.
Da la impresión de que su campaña por exponer la irracionalidad de la creencia religiosa le ha dado a su figura un mayor relieve que su trabajo en el campo de la biología evolutiva. Usted que preferiría, ¿llegar a ser conocido como Richard Dawkins el científico o Richard Dawkins el ateo militante?
Bertrand Russell se designó a sí mismo como el Escéptico Apasionado. Es apuntar muy alto, pero a eso aspiro.
¿Cómo debería un ateo responder con compasión a alguien que dijera que sin la creencia en una vida espiritual después de la muerte no habría sido capaz de soportar la muerte del hijo que tanto amaba?
Los médicos compasivos a veces mienten a sus pacientes acerca de la gravedad de su estado, y no siempre está mal hacerlo. Sin embargo, yo prefiero no seguir este precedente. En su lugar, yo señalaría la suerte que hemos tenido de haber vivido, por breve que sea nuestra vida. Desarrollé la idea en el prefacio de Destejiendo el arco iris, y espero que lo lean en mi funeral.
¿Qué cree usted que ocurrió con el cuerpo de Jesús, y cómo concuerda eso con los relatos de la resurrección?
Probablemente, lo que le ocurrió a Jesús es lo que nos ocurre a todos cuando morimos. Nos descomponemos. Los relatos sobre la resurrección y el ascenso de Jesús carecen de todo fundamento .
Nuestro equipo de “pub quiz” se llama La Iglesia de Richard Dawkins. En una reciente velada de “quiz” en Oxford, nos dijeron que cambiáramos de nombre en caso de que fuera considerado ofensivo para los cristianos practicantes que estuvieran presentes. ¿Se le ocurre a usted algún nombre “menos ofensivo”?
¡Y a mí me llaman intolerante! Me horroriza que esto haya sucedido precisamente en Oxford. Ojalá que ganéis el torneo de forma tan rotunda que podáis dictar vosotros las reglas y llamaros como queráis. Ofensivo, anda ya.
¿Son estúpidas las personas que propugnan el diseño inteligente, y piensa usted que la selección natural actuará y las eliminará de la generaciones futuras?
La mayoría son ignorantes, que no es lo mismo que estúpidos. La selección natural no eliminará la ignorancia de las generaciones futuras. Tal vez lo consiga la educación, y ésa es la esperanza a la que nos debemos aferrar.
La filósofa Mary Midgley le ha leído a usted la cartilla por utilizar palabras tales como “egoista” para describir la entidad inconsciente de un gen. ¿Tiene ella razón, y persiste todavía un resentimiento entre ustedes?
Oh, sí, cuánta razón tiene. ¿Y que hay de los físicos que hablan del “encanto” de los quarks? ¿No es eso terrible? ¿O los médicos que hablan de un cáncer “agresivo”? ¿O los economistas que hablan de la “serpiente monetaria” europea? Me ocupé de Mary Midgley en un artículo titulado En defensa de los genes egoístas en la misma revista que publicó su ataque no provocado. El texto está enhttp://www.royalinstitutephilosophy.org
Usted ha sido una fuerza increíble en cuanto a la popularización del Darwinismo. ¿Por qué investigación original le gustaría ser recordado?
El fenotipo extendido, aunque se podría decir que es investigación filosófica más que científica.
¿Cómo pudo un friki científico como usted conseguir una mujer tan atractiva?
Le sugiero que acuda a “The Sexiest Man Living” en salon.com y se coma sus palabras. Pero, hablando en serio, (claro, usted sabía que tendría que haber un “hablando en serio”) la ciencia tiene un problema de imagen con la gente joven, y términos como “friki científico” no ayudan. ¿No es un poco del estilo de “guiri” o “yanqui”?
Usted apoyó en las últimas elecciones al candidato que se oponía a la guerra. ¿Sería usted más feliz si Saddam Hussein estuviese aún en el poder?
Oh, que tonto fui. Tenía ese estúpido recuerdo de que a Saddam Hussein se le dio un ultimátum en la víspera de la guerra de que si entregaba sus armas de destrucción masiva se evitaría la guerra. Tonto de mí, pensaba que el objetivo de la guerra era eliminar estas armas de destrucción masiva. O sea que ahora lo entiendo. Desde el principio, el objetivo de la guerra fue eliminar a Saddam Hussein. Ahora los talibanes vuelven al poder porque Bush y Blair apartaron la vista de Afganistán y atacaron a Irak en su lugar. Sabe usted, por horrible que fuera Saddam Hussein, creo que lo prefiero a él antes que a los talibanes. La semana pasada en Afganistán destriparon a un profesor y lo descuartizaron con cuatro motocicletas por el crimen religioso de enseñarle álgebra a las chicas. No creo que Saddam Hussein ejecutara a la gente por enseñar álgebra a las chicas.
¿Constituye el calentamiento global una amenaza para la especie humana?
Sí. Se podría decir que la especie humana es una amenaza para la especie humana. Recomiendo la película de Al Gore sobre el calentamiento global. Es para verla y ponerse a llorar. No sólo por la especie humana. Lloremos por lo que podríamos haber tenido en 2000, si no hubiera sido por el fraude electoral en el Florida de Jeb Bush.
Celebro su coraje a la hora de cuestionar el cristianismo, pero ¿qué hace usted el día de Navidad cuando todo el mundo está de celebración? Imagino que usted no envía ni recibe tarjetas de felicitación ni regalos.
¿Por qué imagina usted eso? ¿Cree usted de verdad que todos, o incluso una mayoría de las personas que envían tarjetas y regalos son seguidores de Jesús? Pero si incluso la música que tenemos que soportar en las tiendas suele ser “White Christmas”, “Rudolph the Red-Nosed Reindeer” y el repugnante “Jingle Bells”. ¿Qué tiene eso de religioso?
Si usted muriera y llegara a las puertas del cielo, que le diría a Dios para justificar el ateísmo que ha preconizado a lo largo de su vida?
Citaría a Bertrand Russell: “No había pruebas suficientes, Señor, no había pruebas suficientes.”
Pero, ¿por qué se supone que Dios se preocupa tanto de si creemos en él? Tal vez él quiere que seamos generosos, amables, bondadosos y honrados, sin importarle nuestras creencias.
por APRA | May 11, 2016 | Crítica a las Religiones |
Por: Paul Telleria Antelo
Por azar o efecto cadena, aún no lo sé, tropecé en la oficina, con un ejemplar de un excelente comic al óleo, elaborado en Colombia por Beccasino y Maldonado. El mismo tiene el sugestivo título de “Protégenos, sálvanos Nuestra Señora del Pollo frito”. Primero pensé que me encontraba ante un nuevo fenómeno religioso producto de una de las tantas sectas que ofrecen desmayos y convulsiones gratuitas y garantizan curarte de cualquier adicción visitando sus templos.
Luego de convencer a la propietaria que me pueda facilitar el tan mentado ejemplar, disfrute en una fugaz lectura nocturna el manejo visual del cómic, los textos bien logrados y el estilo gráfico muy a lo “manga japonés” . Ahí cobró sentido el comentario en la solapa de Ray Machado de que más que un cómic se trataba de una profunda reflexión sobre la fe popular.
Sigo escribiendo y frente a un monitor, disfruto de un masco de mi pollo Copacabana y me entero que la Virgen apareció en una pata de pollo frito en un local de Bogota. No se si santiguarme 3 veces, si asumir que debajo del rebosado esta la carne divina de Dios, o creer que si por ahí en algún tendón esta no más un bigote de Cristo. Sea como sea si es así en todo caso me alimentará más que la panza el alma.
La historia cuenta que cuando un colombiano se aprestaba a morder su pierna de pollo frito la Virgen, sin más ni más, se le apareció en la carne, luego a medida que los fieles crecían apareció también en la telita de un huevo, por eso ahora su imagen lleva una pierna irradiando luz en una mano y un huevito con alas en la otra.
Poco a poco voy leyendo la historia y pienso en esto del imaginario popular y el sincretismo de nuestros pueblos. Hoy por hoy, leyenda urbana o realidad, no lo se, pero dicen que la Virgen es conocida como patrona de sicarios, narcos y magdalenas de esquina, intercesora, de todos aquellos que dizque por necesidad y nada más no tenían otra que caer en la delincuencia.
Así como en Bogota, en La Paz necesitamos que nuestros ojos miren señales, que alimenten esperanza, aunque sea en la comida chatarra, tenemos que ver no más para creer, convencernos de que fue nuestro muertito quien comió la tantawawa que le dejamos en todos santos y no las palomas.
Vírgenes en el pollo frito, Cristo sangrando gotas de aceite en el teflón, médicos muertos que te operan la vesícula, la silueta de la Virgen de Copacabana en una nube de gas lacrimógeno en San Francisco, en fin la lista sigue, como sigue la desilusión y la falta de esperanza, como las ganas de que Dios nos mande pues más señales aunque sea por mail.
El marketing mediático sin duda, ayuda a construir nuevos iconos, nuevas imágenes. En la historia que les narro, todo empezó con un locutor de radio que dijo….”Que pasaría si antes de morder tu presa de pollo, una virgen se apareciera impresa?…” De ahí en más el resto fue pura publicidad e imaginario popular.
La fe en imágenes es creada a partir de eventos cotidianos y gracias al corre ve y dile es luego agrandada y sostenida. Luego sin darnos cuenta acabamos elevando altares en lugares inimaginables. ¿Será que la fe esta venida a menos en nuestros pueblo?, ¿qué necesitamos ver?, ¿qué estamos hambrientos de milagros?
Debe ser así no más, queremos la sorpresa inexplicable que surge así mágicamente, no como accidente, no como producto del juego del aceite en la olla, sino como sorpresa, como mensaje divino que llega cuando más jodidos estamos para decirnos, acá estoy yo, te estoy mirando, te estoy diciendo para que lo cuentes, para que se multipliquen los creyentes.
Me quedo pensando en esto del Comic, de la intensidad de sus imágenes, de que hay vírgenes y santos para cada fin. Me acordé del escapulario en el tobillo del sicario para correr rápido, en esa seguidilla de dioses a medida, en el hincha brasilero que le reza al Cristo del Corcovado antes del fútbol.
Uno cree al final en lo que le da esperanza y le ayuda a aguantar el frío, el del alma y el de la calle. Mientras Dios este dentro, mientras mantengamos la esperanza viva, más allá de imágenes pululando por el desesperado mundo vale la pena.
Putas, y clientes le rezan al mismo Dios y por estos días El Vaticano se saltará procedimientos para hacer santo al Papá recién muerto. Seguro que pronto mil milagros callados tímidamente por años, se harán hoy públicos y su imagen volará de Roma a miles de sartenes y cortezas de árbol por el mundo.
Me quedo en la pregunta de esto de la fe popular, en que la Virgen apareció más veces en los dos últimos siglos en más lugares que cualquiera, en esto de que uno construye milagros por que los necesita para estar vivo.
No quedó claro nunca en la historia de Bogota si la virgen tenia “abrigo para la lluvia o capa larga, algunos dice que era bajita, otros que era más bien alta y rubia, otros los más que era un poco bizca y que tenia el cabello castaño. Al final poco importa, si cada quien ve lo que quiere ver y cuando necesita verlo.
Por si acaso de acá en adelante miraré bien la comida antes de cometer algún sacrilegio y si por descuido le muerdo el ala a un ángel de mi hamburguesa o Dios me castiga por no retransmitir por mail alguna cadena de oración clarito será.
por APRA | May 11, 2016 | Crítica a las Religiones |
Lo que ahora llamamos papas eran al principio los obispos de Roma (un obispo entre obispos hermanos de otras ciudades). Luego ellos se hicieron papas, con poder sobre toda la Iglesia.
Luego se hicieron tan poderosos que fueron capaces de destronar a reyes y emperadores. Se hicieron tan poderosos que fueron capaces de obligar a los reyes a usar su poder secular para hacer cumplir la Inquisición, que era conducida por sacerdotes y monjes Católicos.
En 1870, el Papa, fue declarado, infalible.
El proceso de aumentar el poder papal fue influenciado por documentos falsificados que cambiaron la percepción de la gente de la historia del papado y de la Iglesia.
Una de las falsificaciones más famosas es el ” Pseudo-Isidorian Decretals, ” que fueron escritos alrededor del 845 Año de Cristo. (También conocidos como ” Falso Decretos “.)
Consisten de 115 documentos que supuestamente han sido escritos por los primeros papas.
La Enciclopedia Católica admite que estas son falsificaciones.
Dice que el objetivo de estos documentos falsificados era permitir a la Iglesia ser independiente del poder secular, e impedir al laicado gobernar la Iglesia. En otras palabras, su objetivo era aumentar el poder del Papa y la Iglesia Católica. Además de los documentos que eran falsificaciones totales, han sido alterados documentos genuinos. (Ciento veinticinco documentos genuinos tienen material falso agregado) lo que aumento el poder del Papa. Muchos documentos tempranos han sido cambiados para decir lo opuesto a lo que decían al principio. Una de las falsificaciones es una carta que falsamente ha sido atribuida a San Ambrosio.
Decía que si una persona no está de acuerdo con la Santa Sede, entonces él o ella es un hereje.
Esto es un ejemplo de cómo el poder Papal ha sido promovido proclamando fraudulentamente la autoridad de los Primeros Padres sumamente respetados. Otra falsificación famosa del siglo noveno fue la “Donación de Constantino”.
Demandará que el Emperador Constantino diera las provincias occidentales del Imperio romano al Obispo de Roma. El Papa acostumbraba reclamar autoridad en asuntos seculares. Cuando los Cristianos griegos intentaban discutir cuestiones con la Iglesia de Roma, los Papas a menudo usaban documentos falsificados para destruir sus reclamos. Esto pasó con tanta frecuencia que durante 700 años los Griegos se referían a Roma como ” la casa de las falsificaciones “.
Durante trescientos años, los “Decretos Pseudo-Isidoros” y otras falsificaciones han sido usadas por los Papas Romanos para reclamar autoridad sobre la Iglesia en el Este.
El Patriarca de Constantinopla rechazó estos falsos reclamos de primacía. Esto terminó en la separación de la Iglesia Ortodoxa de la Iglesia Católica Romana. En medio del siglo veinte, un monje llamado Gracian escribió el “Decretum”, que se convirtió en la base para el Derecho canónico (el sistema legal para controlar la Iglesia Católica). Contenía numerosas citas de documentos falsificados.
Gracian sacó muchas de sus conclusiones de aquellas citas. Gracian sacó 324 pasajes que supuestamente habían sido escritos por los papas de los primeros cuatro siglos. De aquellos pasajes, sólo once son genuinos. Las otras 313 citas son falsificaciones.
En el decimotercer siglo, Tomás de Aquino escribió la ” Summa Theologica ” y numerosos otros trabajos. Sus escritos son la base para la teología escolástica. Aquino uso el “Decretum” de Gracian para las citas de los padres de la Iglesia y los primeros papas. [Note 9] Aquino también usó documentos falsificados que él pensó eran genuinos. [Note 10] La importancia de la teología de Tomás de Aquino puede verse en la encíclica del Papa Pío X sobre el sacerdocio.
En 1906, Pío dijo que en su estudio de filosofía, teología, y Escritura, los hombres que estudian para el sacerdocio deberían seguir las direcciones dadas por los papas y la enseñanza de Tomás de Aquino. [Esta encíclica papal está disponible en línea Nota 11 que da direcciones.]
William Webster es el autor ” de la Iglesia de Roma en el Foro de la Historia “. (Recomiendo este libro.) Su sitio web tiene un artículo titulado ” Falsificaciones y el Papado: la Influencia Histórica y el Empleo de Falsificaciones en la Promoción de la Doctrina del Papado “.
El artículo da información detallada sobre los ” Decretos Pseudo-Isidoros ” y otros documentos falsificados, mostrando su influencia sobre el papado y sobre la Iglesia católica.
Cuatro citas de su artículo están debajo.
” En medio del siglo noveno, comenzó un cambio radical en la Iglesia Occidental, que dramáticamente alteró la Constitución de la Iglesia, e instaló el trabajo fundamental para el desarrollo completo del papado. El papado nunca podría haber surgido sin una reestructuración fundamental de la Constitución de la Iglesia y de las percepciones de la gente de la historia de aquella Constitución. Mientras los hechos verdaderos de historia de Iglesia fueran bien conocidos, esto serviría como un parachoques contra cualquier ambición ilegal. Sin embargo, en el 9o siglo, ocurrió una falsificación literaria que revolucionó completamente el antiguo gobierno de la Iglesia Occidental. Esta falsificación es conocida como los “Decretos Pseudo-Isidoros, ” escrito alrededor del 845 Año del Señor.
Los “Decretos” son una completa fabricación de la historia de la Iglesia. Ellos exponen precedentes para el ejercicio de la autoridad soberana de los papas sobre la Iglesia universal antes del siglo cuarto y hacen parecer que los Papas siempre ejercieron el dominio soberano y tuvieron la autoridad final hasta sobre Concilios de Iglesia.
Los hechos históricos revelan que el Papado nunca fue una realidad en lo que se refiere a la Iglesia universal. Hay muchos historiadores Católicos eminentes que han declarado sobre ese hecho así como sobre la importancia de las falsificaciones, sobre todo los de “Pseudo-Isidoro”. Uno de esos historiadores es Johann Joseph Ignaz von Dollinger.
Él fue el historiador Católico más renombrado del siglo pasado, quien enseñó la historia de la Iglesia durante 47 años como Católico Romano (Webster cita extensamente de Dollinger) además de “Decretos Pseudo Isidoros” había otras falsificaciones que han sido exitosamente usadas para la promoción de la primicia de la doctrina Papal. Un caso famoso es el de Tomás de Aquino.
En 1264 Año del Señor. Tomas fue autor de un trabajo titulado ‘Contra los Errores de los Griegos’. Este trabajo se ocupa de las cuestiones de debate teológico entre las Iglesias griega y romana en aquellos días sobre tales asuntos como la Trinidad, la Procesión del Espíritu Santo, el Purgatorio y el Papado. En su defensa del papado Tomas basa prácticamente todo su argumento en las citas falsificadas de los Padres de la Iglesia…. Estas citas falsas tuvieron enorme influencia sobre muchos teólogos Occidentales en siglos sucesivos. Los reclamos de autoridad del catolicismo romano finalmente avanzan sobre la institución del papado.
El papado es el centro y la fuente de la que fluye toda autoridad para el catolicismo romano.
Roma hace mucho ha proclamado que esta institución ha sido establecida por Cristo y ha estado vigente en la Iglesia desde el principio mismo. Pero el registro histórico da una imagen muy diferente.
Esta institución ha sido promovida principalmente por la falsificación del hecho histórico por el extenso empleo de falsificaciones como lo demuestra el contrito Tomás de Aquino con el Papado.
por APRA | May 11, 2016 | Crítica a las Religiones |
Por: Bernardo Gui. Inquisidor
UN INQUISIDOR EXPERIMENTADO DESCRIBE A LOS ALBIGENSES.
Sería demasiado largo describir con lujo de detalles la manera en que estos mismos herejes Maniqueos predican y enseñan a sus seguidores, pero hemos de considerarlo brevemente aquí. En primer lugar, ellos generalmente dicen de sí mismos que son cristianos buenos, que no juran, ni mienten, ni hablan la mal de otros; que no matan a hombre ni a animal, ni nada que tenga aliento de vida, y que tienen la fe del Señor Jesucristo y su evangelio tal como la enseñaron los apóstoles. Ellos afirman que ocupan el lugar de los apóstoles, y, por motivo de las cosas antes mencionadas, es que la Iglesia Romana, a través de los prelados, los clérigos, y los monjes, y especialmente los inquisidores de la herejía, los persigue y les llama herejes, aunque son buenos hombres y buenos cristianos, y que son perseguidos así como lo fueron Cristo y sus apóstoles por los Fariseos. Además, ellos hablan al laicado acerca de la perversa vida de los clérigos y prelados de la Iglesia Romana, indicando y exponiendo el orgullo, codicia, avaricia e inmundicia de sus vidas, y otros tales males a su entender.
Ellos invocan con su propia interpretación y según sus habilidades la autoridad de los Evangelios y las Epístolas contra la condición de los prelados, eclesiásticos, y monjes, a quienes ellos denominan Fariseos y falsos profetas, quienes dicen, pero no hacen. Después atacan y vituperan, uno por uno, todos los sacramentos de la Iglesia, especialmente el sacramento de la eucaristía, diciendo que no es posible que contenga el cuerpo de Cristo, porque aunque fuese tan grande como el monte más alto, los Cristianos ya lo habrían consumido para esta fecha. Afirman que la hostia viene de la paja, que pasa por las colas de caballos, a saber, cuando la harina es limpiada por un cedazo (de pelo de caballo); y además, pasa por el cuerpo y tiene un fin vil, lo cual, ellos dicen, no podría acontecer si Dios estuviera allí. Del bautismo, afirman que el agua es material y corruptible y es por lo tanto la creación del poder malo, y que no puede santificar el alma, pero que los eclesiásticos venden esta por avaricia, tal como venden la tierra para enterrar a los muertos, y el aceite a los enfermos cuando los ungen, y tal como venden la confesión de pecados hecha a sacerdotes.
Por lo tanto ellos declaran que la confesión hecha a los sacerdotes de la Iglesia Romana es inútil, y que, puesto que los sacerdotes pueden ser pecadores, ellos no tienen potestad de soltar ni de atar, y, siendo impuros en sí mismos, no puede hacer limpios a otros. Afirman, además, que la cruz de Cristo no se debe adorar ni venerar, porque, según insisten, nadie venera ni adora el patíbulo sobre el cual un padre, pariente, o amigo ha sido colgado. Ellos también declaran que los que adoran la cruz deben, por razones semejantes, venerar todas las espinas y las lanzas, porque cuando el cuerpo de Cristo estaba en la cruz durante la pasión, así mismo estuvo la corona de espinas en su cabeza y la lanza del soldado en su costado, Ellos proclaman muchas otras cosas escandalosas con respecto a los sacramentos. Además ellos leen de los Evangelios y las Epístolas en la lengua vulgar, aplicándolas y exponiéndolas a su favor y contra la condición de la Iglesia Romana en una manera que lo tomaría demasiado tiempo describir con lujo de detalles; pero todo relacionado con este tema se puede leer de modo más completo en los libros que ellos han escrito e infectado, y pueden aprenderse de las confesiones hechas por aquellos de entre sus seguidores quienes se han convertido.
Del Manual del Inquisidor de Bernardo Gui [muerto en 1331], de principio del siglo XIV, traducido en Conferencias sobre la Historia europea, de J. H. Robinson (Boston: Ginn, 1905), págs. 381-383
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