El ratón del diente

El ratón del diente

Traducido por Ricardo Montaniaratan-gamez

ES VERDADERO EL RATÓN DEL DIENTE? UNA FÁBULA.POR HARRIET HALL 

La clásica historia contada a los niños “Pon tu diente de leche caído bajo la almohada, para que el ratón se lo lleve y te deje una moneda a cambio” es utilizada por la escritora escéptica Canadiense Harriet Hall para parodiar ciertas posiciones crédulas a ultranza de mucha gente.
Nota del Traductor
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*Elena dijo a su pequeño hermano Daniel que no existe el ratón del diente; eran sus padres los que ponían el dinero debajo de la almohada. Daniel no quiso creer a Elena. Él sabía que había un ratón del diente. Cada vez que puso un diente debajo de su almohada, había dinero allí la mañana siguiente.
Y todos sus amigos dijeron que el ratón del diente les trajo dinero también. Y no podrían ser mamá y papá porque él despertaría si vinieran al cuarto y levantaran su almohada. De todas formas, mamá y papá, no mentirían.

*Elena preguntó ¿cómo pensaba él que el ratón del diente descubría los dientes perdidos?, ¿cómo entraba a la casa?, ¿de donde conseguía el dinero?, y ¿qué hacia con los dientes?.
Daniel dijo que él no sabía, que no era otra cosa sino un misterio maravilloso.
Elena aseguró que todos los niños de mayor edad, dejaron eventualmente de creer en el ratón del diente. Daniel dijo que eso solamente probaba que el ratón del diente traía dinero a los que todavía creen en él.

*Elena consiguió que varios niños de la vecindad la ayudaran a probar que el ratón del diente no aparecería si los padres no sabían que un diente había sido perdido. Resultó que cada vez que los padres sabían sobre el diente, había dinero debajo de la almohada la mañana siguiente, y cada vez que los padres no sabían sobre el diente, no había dinero. Daniel dijo que el ratón del diente rechazaba con justicia cooperar en esos casos, el no traería dinero si sabía que lo probaban.

*Elena sacó su kit de detective aficionado y examinó el dinero dejado por el ratón del diente para ver las huellas digitales. Bastante segura, encontró las huellas digitales de sus padres en él. Daniel dijo que no probó nada, porque había maneras en que el ratón del diente podría conseguir el dinero que los padres habían tocado previamente. O ella habría podido poner la evidencia allí para confundir. Y por supuesto, el ratón del diente no dejaría ninguna huella digital propia por ser él mágico.

*La próxima vez que Daniel perdió un diente, Elena derramó harina en el piso, a la mañana siguiente mostró a Daniel las huellas de sus padres entre la puerta y la cabecera de su cama. Daniel dijo que no probó nada-sus padres probablemente acababan de venir a controlarlo, y el ratón más adelante. No había huellas del ratón del diente, porque los ratones no dejan huellas.

*La próxima vez que Daniel perdió un diente, Elena instaló una cámara de vídeo en el dormitorio de Daniel y filmó a sus padres en el acto. (Para esos lectores con mentes sucias, el acto de quitar el diente y de poner el dinero debajo de la almohada.) Daniel le dijo que no probó nada. El ratón del diente no aparecería quizá cuando una cámara fotográfica estaba presente. Quizás el ratón del diente se hizo parecido a sus padres en la videocinta. Quizás mamá y papá hicieran el trabajo por él por esta vez.
*Elena llevó a Daniel al dormitorio de sus padres, abrió un cajón del ropero, y sacó una caja que contenía todos los dientes de bebé de Elena y de Daniel, etiquetados y datados cuidadosamente. Ella dijo que era prueba de que sus padres tomaban los dientes y dejaban el dinero. Daniel dijo que no era tal cosa; el ratón del diente probablemente entregaba los dientes a los padres para tenerlos a salvo, o vendió quizá los dientes a los padres para ganar el dinero que puso debajo de las almohadas. ¡Hey, eso, explicaría las huellas digitales!

*Elena y Daniel enfrentaron a sus padres, que admitieron que habían tomado los dientes y que habían dejado el dinero debajo de la almohada. Daniel dijo que mentían antes y que ahora, por tanto, estaban mintiendo probablemente. ¿Por qué confiar en lo que dice cualquier persona? Para él era justo no hacer caso de todo excepto lo que él sabía: el tema del diente debajo de la almohada funciona. El ratón del diente es verdadero.
Elena gritó de la frustración y se rasgo el pelo. Lo dejó debajo de su almohada.
Seguía estando allí por la mañana

Imaginarias líneas sin razón

Imaginarias líneas sin razón

 

abortoEl artículo del doctor Moreno:

La razón y las líneas imaginarias

En inmortal definición de Boecio, el ser humano es “sustancia racional”. Y es que el rasgo que distingue al hombre del resto de la creación es precisamente su capacidad de razonar. Pero ocurre que en ocasiones otros factores como las emociones, los sentimientos e intereses subracionales, entorpecen su visión y lo desvían del camino de racionalidad, con resultados generalmente lamentables. 

Precisamente esta posibilidad de desviarse de su sustancia racional había llevado a Kant, en su momento sin dudas más pesimista, a acuñar su conocida frase “el hombre es de una madera tan torcida que nunca llega a enderezarse”. El objeto de esta breve nota es apuntar, particularmente, un caso de madera torcida causada por el alejamiento de cánones mínimos de la razón.

El caso se me plantea por la discusión en estos días, en la Cámara de los Comunes (Inglaterra), sobre una nueva ley que permitiría la utilización de embriones humanos para el avance científico, la experimentación, la creación de embriones para salvar a hermanos, etc. Y esto, claro está, presenta el problema del estatus jurídico del embrión humano. La postura tradicional, sin dudas, era que la persona humana es un ser único e irrepetible, y, como tal, posee una dignidad sagrada que no puede ser violada por ninguna ley humana, la cual, en tanto no la respete, carecerá de esa fuerza jurígena que caracteriza a las leyes justas. Preguntándose la razón respecto a desde qué momento puede decirse que esa persona humana posee una dignidad absoluta –y una consecuente protección jurídica integral– la respuesta era simple: en toda su vida, es decir, desde su concepción hasta su muerte física definitiva.

Pero he aquí que los avances médicos han desviado a muchos del camino de la racionalidad, pidiendo que se tracen líneas específicas para determinar el momento a partir del cual debe tutelar el ordenamiento jurídico a la vida humana. Algunos, como el filósofo John Rawls, señalan que esta línea debe ser trazada a partir del primer trimestre de vida; otros, a las 24 semanas; otros, todavía, como la legislación británica propuesta, a las 20 y así sucesivamente. De esta forma, se impediría la protección jurídica del embrión, facilitando la experimentación, etc. Pero ¡qué extraños somos los humanos cuando nos ponemos a trazar líneas así, en forma discrecional! ¿O no fueron hombres los que trazaron una línea arbitraria en la década del 30 en Alemania, determinando que algunos sujetos podían contar con la protección del derecho, condenando así a millones que no lo estaban a la más atroz fortuna?

Mi tesis es que estas líneas –20 semanas, 1 día, 3 meses– no son precisamente trazadas por la razón humana, sino más bien por otros factores, que bien pueden ser sentimientos o intereses personales o prejuicios o, en la mayoría de los casos, una conjunción de todo esto. Pero lo que estoy seguro es que no responden a estrictos cánones de racionalidad que, en este caso, debe provenir de los expertos, que son los médicos o embriólogos. Si recurrimos a los manuales más importantes sobre el tema, ellos nos dicen, por ejemplo que “el desarrollo humano comienza en la fertilización, cuando un gameto masculino o esperma (espermatozoide) se une a un gameto femenino u ovocito (huevo) para formar una única célula, un cigoto. Esta célula altamente especializada, totipotente, marcó el comienzo de cada uno de nosotros como un individuo único”. (Keith L. Moore and T. V. N. Persaud, The Developing Human: Clinically Oriented Embryology, Quinta Edición; también en este sentido William J. Larsen, Essentials of Human Embryology o Scott F. Gilbert, Developmental Biology, Séptima Edición).

Luego de leer este tipo de definiciones, científicas, racionales si se quiere, me parece francamente increíble, en el sentido prístino de la palabra, leer a quienes plantean, como se hace ahora en Inglaterra, que el embrión no necesariamente debe tener tutela del derecho, sino que puede trazarse una línea que diga “sólo a partir de las 20 semanas tendrá protección el feto” o similar. ¿Cuál es el fundamento racional para sustentar ello? ¿De dónde sale esta línea? ¿Por qué no trazarla a los 2 días, o las 8 meses y medio, y así sucesivamente?

Y es que, cuando otras cuestiones distintas a la razonabilidad del ser humano se imponen y empezamos a imaginar líneas que sencillamente no existen, parece que tenemos que terminar dándole la razón a Kant: “El hombre es de una madera tan torcida que nunca llega a enderezarse”.

Yo, por mi parte, y en homenaje a mi entrañable abuelo materno, prefiero terminar esta breve nota citando a uno de sus escritores preferidos: “Cuán difícil es explicarla, pero la vida humana es simplemente misteriosa e inviolable; por ello la protegemos con leyes y penalidades” (Ralph Waldo Emerson). Siempre.

José Antonio Moreno Ruffinelli

 

Mi respuesta:

En el artículo del doctor José Antonio Moreno Rufinelli publicado el día domingo 25-05-08 en el suplemento cultural de ABC Color, hay una acusación implícita por parte de éste hacia la ciencia en el sentido de desviar al hombre de su racionalidad. Esta es una extraña idea a los ojos de un racionalista. El doctor Moreno nos habla de una postura tradicional que “sin dudas, era que la persona humana es un ser único e irrepetible, y, como tal, posee una dignidad sagrada que no puede ser violada por ninguna ley humana.

Hagamos un breve repaso entonces de esta historia. La búsqueda de un criterio sólido, no ambiguo, acerca de si el aborto (usemos esta palabra como referencia) es admisible en algún momento, tiene profundas raíces históricas.

En la tradición Cristiana el punto era el momento en que el alma entra al cuerpo, tema no muy apropiado para la investigación científica. Aunque cada religión tiene su doctrina, usualmente no había prohibiciones; era corriente en Grecia y Roma antiguas, aunque los asirios empalaban a las mujeres que abortaban. El Talmud judío enseña que el feto no es una persona por tanto no tiene derechos. En la Biblia, tan abundante en prohibiciones sobre vestimenta, comidas y palabras apenas encontramos una vaga alusión al tema en Éxodo 21:22, diciendo que si una mujer resulta lesionada y en consecuencia aborta, el responsable debe pagar una multa. Los “Angélicos” Tomás de Aquino y Agustín no creían que el aborto sea homicidio, Tomás, porque el embrión no “parece” humano, postura adoptada por el Concilio de Viena en 1.312 y nunca repudiada. El derecho canónico sostenía que el aborto era homicidio sólo después que el feto estuviera “formado”, aproximadamente al final del primer trimestre. En el siglo XVII gracias a los “avances médicos” se examinaron los espermatozoides que parecían mostrar seres humanos plenamente formados. Esta mala interpretación, la de los “homúnculos” (*) convirtió al aborto en motivo de excomunión a partir de 1.869. En los EEUU, hasta 1.800 no había absolutamente ninguna legislación al respecto, lo que produjo el cambio fue el asalto de los médicos contra el aborto.

Como hasta mediado el siglo XIX la medicina no estaba controlada, la elite médica ansiosa por obtener rango e influencia constituyeron la AMA (**). Los médicos afirmaban que el feto era humano aún antes que la madre sintiera su presencia, había que ser médico para saber cuando resultaba moralmente aceptable practicar un aborto.

Así fue la ley hasta los años 60 del siglo pasado.Vemos entonces que las líneas delimitadoras de las que nos habla el doctor Moreno eran ya comunes antes que “los avances médicos” produzcan el supuesto desvío de la racionalidad.

Analicemos ahora la tesis propuesta de que “estas líneas –20 semanas, 1 día, 3 meses– no son precisamente trazadas por la razón humana, sino más bien por otros factores, que bien pueden ser sentimientos o intereses personales o prejuicios o, en la mayoría de los casos, una conjunción de todo esto” ¿Cuándo accede un feto a la personalidad? Este debe ser el criterio ya que solamente una persona puede ser asesinada. ¿Cuándo la cara se torna humana?, ¿cuándo reacciona a los estímulos externos?, ¿cuándo se pone activo como para que la madre lo sienta?, ¿cuándo puede respirar por si sólo? Evidentemente todos estos criterios son arbitrarios y ninguno implica características exclusivamente humanas al margen de la cuestión facial.

También los animales reaccionan al estímulo, respiran y se mueven, sin que eso impida que los matemos de a millones. Reflejos, movimiento o respiración no nos hacen humanos. Lo único que nos hace tales, lo que marca la diferencia fundamental, es esa capacidad de imaginar acontecimientos que todavía no han ocurrido, de concebir cosas, el pensamiento.

El pensamiento, bendición y perdición nuestra, nos hace ser humanos. El pensamiento tiene lugar en el cerebro y unas 100.000 millones de neuronas conectándose entre sí sirven de plataforma a esta maravilla del universo.

Pero la conexión a gran escala comienza recién a los seis meses del embarazo. La actividad cerebral se puede medir mediante electrodos colocados en la cabeza. Las pautas regulares de un cerebro humano no aparecen hasta cerca de los 7 meses y medio del embarazo. Hasta ese momento, el feto por vivo que se nos muestre no posee el suficiente “equipo” para producir pensamientos. Ese es un criterio racional que nos permite trazar la línea que inquieta al doctor Moreno. Esto es, cuando se hace posible un mínimo asomo de pensamiento característicamente humano. Es ampliamente aceptado en nuestra sociedad que la muerte de una persona está asociada con la cesación de toda actividad cerebral aunque sus demás órganos aún funcionen. En el caso que consideramos, tal actividad aún no tiene visos de existencia. Un criterio más estricto, previendo algún desarrollo fetal precoz, sería trazar la línea a los seis meses.

Si decidimos asegurarnos que el embrión no sufra, tracemos la línea cuando aún no posea ninguna célula nerviosa, aunque no es costumbre humana tener en cuenta el sufrimiento para no matar. Obviamente, cuando uno escoge llamar “humano” a una agrupación microscópica de células, no habrá argumento, por racional que sea, que lo convenza en otro sentido. Palabras como “sagrado” provenientes de las creencias religiosas particulares, comienzan a aparecer junto con ataques, ya que no argumentos, que intentan satanizar el aborto como el de relacionar su práctica con las matanzas de judíos por parte de los nazis .La razón nos dice claramente que un humano está caracterizado por su capacidad de de generar pensamientos, el carácter humano se adquiere con esta capacidad. Luego no existe la “arbitrariedad” alegada.

Si se alega la “potencialidad humana” del embrión podemos caer en la pendiente resbaladiza de considerar un delito impedir cualquier coito, que también tiene tal potencialidad. La mayoría de los coitos no producen embarazos de la misma manera en que la mayoría de los embriones abortan espontáneamente antes de originar humanos. Pero ambos tienen tal potencialidad.

Por supuesto que aun teniendo en cuenta lo expuesto, al menos en mi caso, me siento renuente a aceptar la practica de ningún aborto; lo humano entendido en los términos expuestos, me parece maravilloso. No obstante, puesto a decidir entre una persona con su sistema nervioso plenamente desarrollado generando pensamientos y una agrupación de células en la que ninguna de ellas es capaz de sentir o pensar, optaré siempre por lo humano.

(*) Homúnculo: creencia que el espermatozoide era un humano completamente formado que contenía en su interior otros seres humanos completos y así ad- infinitum.

(**) A.M.A: Asociación Médica Americana.

Dios, como hipótesis científica

Dios, como hipótesis científica

 

10df9be814bc1e442620de32a47e541e_articleLa creencia tradicional de que “no es posible demostrar la inexistencia de Dios” es solo cierta cuando se define a Dios en la categoría de “irrefutables” que menciona Popper, refiriéndose a conceptos de tal amplitud que no hay forma de rebatir. No es tal, sin embargo, la condición del dios Cristiano-Judeo-Musulmán. Este dios se encuentra en cada nanómetro cúbico del universo,  participando nanosegundo a nanosegundo de los avatares de su creación, conociendo (¡vaya ancho de banda!) los pensamientos de todas sus criaturas.

La existencia de tal dios es una afirmación de orden natural-empírico y como tal es susceptible de ser analizada como cualquier otra hipótesis del campo científico.

El método consiste en observar si las consecuencias derivadas de la existencia de un dios que posea las tres Oes con que se describe al dios mencionado (a saber Omnisciente, Omnipotente y Omnibenevolente) son consistentes con las observaciones y concuerdan o no con las predicciones del modelo científico estándar.

Primero citaré las observaciones que favorecerían a la existencia de Dios:

  1. Los sucesos puramente naturales serían incapaces de producir el universo, tal como lo conocemos, de la nada. Por ej., la densidad de la masa podría no haber sido la que es exactamente necesaria para para que el universo haya comenzado desde un estado de energía igual a cero, que asumimos es la energía de la nada. Hubiera implicado un milagro, la violación de la conservación de la energía sería precisa para crear el universo.
  2. Se podría probar que los procesos meramente naturales no podrían producir el orden en el universo.
  3. Se podría probar que los procesos meramente naturales no podrían producir la compleja estructura del mundo.
  4. Se podría encontrar evidencia que falsee la evolución. Algún fósil fuera de secuencia o no observarse especies transicionales.
  5. La memoria humana y los pensamientos darían evidencia de que no provienen a través de procesos físicos. La ciencia hubiera confirmado poderes excepcionales de la mente no explicables físicamente. Se hubiera encontrado evidencia de la vida después de la muerte.
  6. Un canal de comunicaciones no físico hubiera sido confirmado empíricamente por revelaciones conteniendo información no asequible por otros medios.
  7. Se hubieran encontrado evidencia histórica de los hechos de las escrituras. Por ej., registros romanos reportando un terremoto en el momento de la crucifixión.
  8. El vacío hubiera sido encontrado absolutamente estable requiriendo necesariamente una acción para traer algo de la nada a la existencia.
  9. El universo debería haber sido absolutamente agradable a la existencia humana. Ya que se lo creo con la vida humana en mente. Los humanos deberían poder moverse de planeta en planeta, capaces de vivir allí sin soporte vital.
  10. Los eventos naturales deberían seguir una ley moral, antes que una moral neutral de leyes matemáticas. Por ej., los rayos podrían caer más a menudo sobre gente malvada, la gente que actúa mal podría ser afectada por enfermedades con mas frecuencia. Las monjas deberían sobrevivir siempre a los accidentes aéreos.
  11. Los creyentes deberían tener un sentido moral superior que los no creyentes y otras cualidades superiores mensurables. Por ej., las cárceles deberían estar llenas de ateos mientras todos los creyentes viven sus felices vidas prósperos y conformes, rodeados de sus amantes familias y mascotas.

Desarrollaré a continuación las tres primeras observaciones mencionadas

1ª observación sobre la no existencia de Dios.

Origen

Una evidencia fuerte a favor de probar la existencia de un Dios creador sería una violación de las leyes de la naturaleza. Tradicionalmente, los teístas argumentaban que la materia debió haber sido creada por Dios, que no era posible que la materia haya sido originada de la nada.

Antes del siglo XX se creía que la materia no podía ser creada o destruida, sólo cambiada de un tipo a otro. La simple existencia de la materia parecía ser un milagro, una violación de la asumida ley de conservación de la masa que ocurrió una sola vez – durante la creación.

Sin embargo en su teoría especial de la relatividad de 1.905 el doctor Einstein mostró que la materia puede ser creada de energía y que puede convertirse en energía.

Todos conocen la tasa de cambio expresada en E=mC^2. Esto expresa que por ej., al aniquilar 1gr de masa obtenemos la energía que obtendríamos de quemar 5.000.000 kg de carbón vegetal. Entonces queda claro que la masa proviene de la energía y la ley de la conservación de la masa queda intacta. Ahora bien, ¿de dónde proviene la energía? La hipótesis de la creación divina quedaría confirmada por un requerimiento teórico de una violación de la ley de la conservación de la energía conocida como 1ª ley de la termodinámica 13.7 millones de años atrás en el momento del Big Bang.

Sin embargo ni las observaciones o la teoría indican que este haya sido el caso. La primera ley permite que la energía se convierta de un tipo a otro en un sistema cerrado mientras que el total de la energía del sistema permanezca constante.

Muy notablemente, la energía total del universo parece ser cero.

Como afirma Stephen Hawking en su libro de 1.988, “Una breve historia del tiempo”,

“En el caso de un universo que es aproximadamente uniforme en el espacio se puede mostrar que la energía gravitacional negativa cancela exactamente la energía positiva representada por la materia. Así la energía total del universo es cero. Específicamente , dentro de pequeños errores de medición, la densidad de energía promedio del universo”

es exactamente la que debería ser para un universo que apareció de un estado de energía cero dentro de una pequeña incertidumbre cuántica. Por tanto, la existencia tanto de la materia como de la energía en el universo no requirieron de la ruptura de ninguna ley en una supuesta creación. En efecto, los datos apoyan fuertemente la hipótesis de que tal milagro no ha ocurrido.

La hipótesis de la creación implica que debió haber ocurrido, es una de sus predicciones y constituye un criterio de falsabilidad, por tanto la predicción no es confirmada y la afirmación de la creación divina de la materia y la energía queda falsada. La hipótesis queda rechazada.

Aquí vemos claramente como la ciencia SI tiene algo que decir sobre Dios.

Imaginemos que el valor de la densidad de la masa del universo no haya sido igual a la necesaria para que la energía total del universo sea cero. Entonces, legítimamente se podría decir que un milagro, violación de las leyes de conservación, sería necesario para que el universo exista. Aunque no sea una prueba concluyente de la existencia de un creador a la satisfacción de todo el mundo, sería un fortísimo indicio a su favor. Pero tal no es el caso.

2da observacion sobre la no existencia de Dios.

El orden.

La hipótesis teísta implica que el orden del universo fue instituido por Dios. Si el universo fue creado, entonces debería tener un cierto orden cuando lo creó, el orden que el Diseñador imprimió en él. Vale decir, en el momento de la creación Dios debería haber puesto el orden del universo. Observaciones que impliquen esa situación o necesidades teóricas de tal situación serían indicios a favor de la existencia de Dios.

Nuevamente nos encontramos con que no se observan tales “marcas de Dios”.

Esto se puede explicar en términos de la 2da ley de la termodinámica, que expresa que la entropía o desorden de un sistema cerrado debe permanecer constante o aumentar con el tiempo. De esto se sigue que como se puede considerar al universo como un sistema cerrado, en algún momento no fue así y alguien desde “afuera” introdujo cierto orden al mismo.

Hasta el descubrimiento por parte de Hubble de la expansión del universo, lo anterior era un fuerte argumento a favor de la posibilidad de la existencia de Dios.

Si imaginamos un cierto desorden en una habitación, digamos zapatos y juguetes tirados por todas partes, siempre podremos obtener un orden local si tenemos un patio donde poner esos zapatos y juguetes causantes del desorden, de otra forma, cuando disponemos de mayor espacio se puede tener más orden local.

Como el universo se expande, partes del universo pueden tener mayor orden a pesar del aumento de la entropía porque el aumento total de la entropía “disponible” es mayor que el aumento de la entropía al expandirse el universo.

Esto es así porque la máxima entropía de una esfera de cierto radio, es la de un agujero negro de ese radio. Pero el universo, que asumimos como una esfera, no es un agujero negro y por lo tanto tiene menos que la máxima entropía. Por tanto aunque volviéndose más desordenado a medida que pasa el tiempo, nuestro universo tiene cada vez más lugar para el desorden. Así también se explica que alguna vez no tuvo lugar para más desorden, es decir, el desorden era máximo. Extrapolando la expansión a 13.7 millones de años atrás cuando el universo estaba confinado a la más pequeña porción de espacio posible, una esfera de Planck que tiene un radio igual a 1.6x 10-35 metros. Como se deduce de la segunda ley, aunque la entropía en ese entonces era menor a la de hoy, sin embargo “llenaba” toda la esfera porque la esfera de Planck es equivalente a un agujero negro.

En el principio el desorden del universo era completo, no tenía estructura; hoy sí tiene estructura basada en el hecho que su entropía ya no es máxima. En el principio no se diseñó nada, era un estado de caos.
Una vez más se ve un resultado científico que de haber sido de otra manera hubiera proveído de una fuerte evidencia de un creador.

Estamos forzados a concluir que el orden complejo que observamos ahora no pudo haber sido el resultado de un diseño inicial de la llamada “creación”. El universo no posee registro de lo ocurrido antes del Big Bang. El creador, de existir, no dejó huellas. Podemos reputarlo como inexistente en cuanto a esto.

3era observación sobre la no-existencia de Dios.

Porqué hay “algo” en vez de “nada”.

Si las leyes de la física proceden, como es demostrable, del espacio-tiempo vacío, ¿de dónde es que viene ese espacio-tiempo?

Este es el último recurso del teísta que busca argumentar la existencia de Dios. ¿Por qué existe “algo” en vez de “nada”?, pregunta que consideran “ganadora”, cuando todos sus supuestos argumentos cosmológicos y físicos fallan.

Analizando la cuestión, una vez más nos topamos con el problema de etiquetación, ¿ a qué exactamente es que llamamos “nada”? ¿cuáles son sus propiedades? ¿Si tuviera propiedades, seguiría siendo “nada”?
Los teístas dicen esto y responden que Dios es la respuesta, pero ¿por qué debería haber Dios y no “nada”?

Asumiendo que podamos definir “nada”, ¿por qué esto es un estado de cosas más natural que “algo”?

La mejor ciencia del momento parece indicar que “algo” es un estado de cosas más plausible que “nada”.

Considérese la simpleza de “nada”; no es razonable esperar que permanezca en ese estado, que sea muy estable. Es muy probable que experimente una transición de fase a algo más complicado, como un universo conteniendo materia. La transición de “nada” hacia algo es natural y no requiere de ningún agente.

La respuesta a la antigua cuestión de porqué hay algo en vez de nada es que ‘nada’ es inestable”--Frank Wilczek, Premio Nobel de Fisica

Los científicos calculan que en un universo sin bordes propuesto por Hawking, la probabilidad para que haya algo en vez de nada está por encima del 60%, de hecho es el 68% (ver “The Comprehensible Cosmos”, por V. Stenger, apéndice H).

Se puede afirmar entonces que el estado natural de las cosas en el universo es de “algo” en vez de “nada”.

Un universo vacío requeriría intervención sobrenatural, no así uno como el que observamos. Solamente una constante intervención divina podría mantener un estado de vacío en el universo, algo así como el que pretenda tener su patio libre de yuyos. Un estado natural de un patio vacío es lleno de yuyos, un patio sin yuyos es uno que requiere constante intervención del dueño. El hecho de que haya “algo” en vez de “nada” es lo que se esperaría si no hubiera Dios.

El argumento teísta, una vez más se vuelve contra ellos.

La Ciencia busca a Dios… infructuosamente

La Ciencia busca a Dios… infructuosamente

 

RCiencia-DiosEFLEXIONES EN EL MARCO DEL DEBATE CIENCIA VS RELIGIÓN EN EL DIARIO ABC COLOR

 

En contra de las pruebas

La idea de que el debate entre Ciencia y religión tiene tendencia a atenuarse o desaparecer es errónea, muy por el contrario, es cada vez mayor, esta polarización se debe en parte al hecho de que la ciencia, a la luz de los nuevos descubrimientos, contrariamente a la mayoría de los antiguos científicos medievales y hasta principio del siglo XX, que veían el rostro del creador en cada aspecto del mundo material, no ha encontrado rastros de él en todo el universo y peor aún ninguna necesidad de que exista para que las cosas sean tal como son.

 

En realidad lo que la mayoría de las religiones desea es que  la ciencia dé una “validación”, a su cuerpo particular de creencias, cuando la ciencia realiza un descubrimiento que vaya en contra de alguna de estas, los fundamentos se tambalean y, casi siempre, las religiones se escudan en el sin sentido de “creer sin pruebas y aún en contra de las pruebas”, uno de los ejemplos más actuales, sobre todo en el mundo anglosajón, es el debate creacionismo vs. evolucionismo, la teoría de la evolución de Darwin es una de las teorías mas sólidamente establecidas  en la ciencia, en ese sentido, tiene un carácter similar a la teoría de la gravitación universal de Newton, se debe destacar que la palabra teoría, en ciencia, no tiene el carácter que generalmente se le da en el lenguaje coloquial en el que se la considera una hipótesis a ser demostrada, una teoría científica del orden que mencionamos es una formulación que relaciona una serie de hechos y observaciones y que es capaz de realizar predicciones, para que pueda adquirir su carácter de tal en el mundo científico es sometida a todo tipo de pruebas, y la sospecha sobre su validez es permanente, su bondad se mide por la exactitud de sus predicciones.

En ese sentido tanto la teoría de la evolución como la de la gravitación son resaltantes, las leyes de Newton lejos de ser “cómicas” son una gloria de la humanidad, base de la moderna ingeniería y caso particular para bajas velocidades de las leyes mas generales de la teoría de la relatividad, y se cumplen en todos los puntos del universo.
Las leyes de la evolución tienen este mismo carácter, aunque pueda tener fallas en su formulación y deba estar, como toda teoría científica, sometida a permanente duda, no es posible hoy afirmar razonablemente que la creación de acuerdo a la biblia sea una verdad objetiva. Las refutaciones usando términos como “entropía” y “termodinámica”, se basan en la ignorancia de lo que dichos términos significan (*).

Noventa y dos años de no-existencia

Otra de las teorías controvertidas que golpea los cimientos bíblicos es la teoría del Big Bang, que dice que el universo comenzó como un punto de densidad infinita que fue expandiéndose creando la materia y el espacio, ocurre que tal proceso, de acuerdo a las mediciones tiene una duración de unos quince mil millones de años, mientras que la edad de la creación bíblica es de sólo unos pocos miles de años, afirmación harto refutada por la arqueología y la paleontología.
El Big Bang es otra de las teorías de gran calado que explican el funcionamiento del mundo en forma racional, las predicciones que realiza se ajustan magníficamente a los hechos comprobados y NO esta sustentada en la fe, como se afirmara recientemente, sino en la razón.

 

Los teólogos que intentan dar un cariz racional a sus dogmas y mitos fundacionales caen en la desesperación cuando la ciencia, lejos de confirmar sus textos sagrados, los refutan, y las predicciones que realizan a la luz de sus textos y dogmas son generalmente fallidas; es conocido el caso de la religión de origen norteamericano que había predicho el fin del mundo para 1.914, como esto no ocurrió y aún pudiendo decir o que se equivocaron y que el año del fin era 2.014 o que rezaron tanto que Dios pospuso el final,  dijeron simplemente que el fin del mundo SI había ocurrido en 1.914, si alguien no lo percibió es su problema.
Pues bien, esta es generalmente la forma como las religiones reaccionan ante estas contradicciones.

Nos lo enseñaron de niños

Algunas religiones, como la católica, han aceptado muchas de estas teorías científicas, como por ejemplo la teoría del Big Bang o la de la evolución, (aunque aparecen preocupantes signos de regresión), y se sitúan en una prudente posición de no hacer afirmaciones susceptibles de ser refutadas por los hallazgos científicos, aunque mantiene dogmas como el de la eucaristía, cuya verdad objetiva podría estudiarse con un simple análisis histológico de la hostia.

Otras, mantienen que la Biblia debe ser interpretada literalmente y que Dios la ha preservado libre de error, sobre estas cae todo el peso de las innumerables refutaciones a lo mencionado en tal libro, la falacia del diluvio universal, la detención de la rotación de la tierra, la existencia de gigantes en tiempos antiguos, el caminar sobre las aguas y en realidad casi cada relato de la biblia son relatos fantásticos que consideraríamos frusleríassino fuera porque son “nuestros” relatos fantásticos, los que nos enseñaron a venerar cuando éramos niños impresionables.

Sobre esto invito a debatir en el sitio web de A.P.R.A (Asociación Paraguaya Racionalista) www.apra.org.py.

Si existiera…

Volviendo al tema central de la existencia de Dios debo decir que, “demostrar” su existencia utilizando las cinco vías de Tomas de Aquino, es una discusión medieval superada hace mucho tiempo, lo expresado allí no se sostiene lógicamente y creo que no es de interés    (a quien interese la refutación lo remito a nuestra web), por otro lado la demostración en estos casos se refiere a un ser absoluto creador del universo (**), mientras que el caso que nos ocupa la mayoría de las veces que tratamos el tema Dios hablamos del Dios Cristiano, y sucede que para este caso y aún no teniendo la carga de la prueba, es demostrable por medios lógicos la no-existencia de tal Dios, la demostración es extensa como para mostrarla aquí, pero básicamente y rigorismos aparte, muestra como la existencia del mal en el mundo es incompatible con la creación de todo lo que existe por un Dios Bueno y omnipotente.(Ver web de APRA).

 

Lo indicado es el fundamento de la posición de la  mayoría de los racionalistas sobre este problema de existencia, No encontramos a Dios, No creemos probable que exista, Si existiera, no actúa de una manera sensible, Si existiera el Dios de la Biblia, a juzgar por las atrocidades que allí se mencionan que comete, no quisiéramos pasar la eternidad a su lado.

 

(*) Termodinámica y entropía.

Cuando se realiza una transformación o transferencia de energía existe una parte de la energía libre que se pierde, a esto se llama entropía, en un sistema cerrado a medida que transcurra el tiempo realizándose estos intercambios energéticos la energía libre total del sistema disminuye y finalmente desaparece, el universo es un sistema “cerrado” y llegará el día en el cual el universo pierda toda su energía o muerte térmica del universo, este sí es un verdadero final en el cual no habrá siquiera la vibración de un átomo. Esto no es así cuando se consideran porciones del universo donde existen sistemas abiertos como por Ej. es la tierra donde constantemente entra energía al sistema (Ej. La energía solar) y permite la disminución de la entropía total del sistema, totalmente compatible con las leyes de la evolución.

(**) Dios: creador del universo, en comunicación intelectual y afectiva con la humanidad, es decir con quien se puede interactuar a través de la oración. Ser único, divino, infinito, eterno, perfecto, omnisciente, omnipotente y bondadoso, dotado de infinitos atributos de manera tal que la falta de uno solo de ellos, disminución o contradicción deriva en que no pueda ser considerado Dios.

Piojos y Milagros

Piojos y Milagros

ANÁL1811-ykuaISIS ESCÉPTICO DE UN CIERTO EPISODIO DE INFESTACIÓN DE PIOJOS Y SU APARENTE SOLUCIÓN MEDIANTE INMERSIÓN EN AGUAS DEL TUPASY YCUA EN CAACUPE.

Lo que sigue fue remitido por Ricardo Montanía a Carla Fabri ante un comentario aparecido en su columna “La canasta mecánica”, en la cual ella afirmaba haberse liberado de piojos tras una inmersión en las aguas del Tupasy Ycua en Caacupe.
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La afirmación analizada consiste en un episodio de infestación de piojos en el cabello, según lo expresado era un hecho cíclico que tuvo su fin posteriormente a una inmersión en aguas “sagradas” en Caacupe. En realidad de entrada se puede afirmar que esta es una falacia lógica del tipo Post-hoc ergo propter hoc (ver en esta web “20 falacias lógicas”).

Esta falacia sigue el formato básico de A precedió a B, por tanto A causó a B, esto es asumir causa y efecto entre dos eventos sólo porque están relacionados temporalmente. Los dos eventos son;
A: la inmersión en el agua de Caacupe y el
B :la desaparición de los piojos,
Lo que se asume (gratuitamente) es que la inmersión ha causado la desaparición de los piojos, cuando que han podido haber muchos otros eventos que con mayor probabilidad pudieron hacer desaparecer los bichos.
Haciendo una analogía sencilla analicemos el resfriado común, este tiene un ciclo de 8 días durante los cuales se tienen constipación y algunos desagradables episodios febriles, luego la enfermedad remite, si durante ese lapso la persona infectada recurriese a cuanto médico tuviese a mano este no podría mas que darle calmantes y antifebriles, si al séptimo día la persona consultara a un curandero, homeópata o charlatán cualquiera y este le recetara alguna milagrosa cura el desprevenido paciente encontraría que al día siguiente de su “consulta” los síntomas de su enfermedad entrarían en franca remisión y a los pocos días desaparecerían totalmente con lo cual quedaría “probada” la eficacia de los métodos curativos del charlatán en cuestión.

Este es el típico Post-hoc ergo propter hoc. Para el caso que nos ocupa tengo la fuerte sospecha que Carlita no estaría precisamente desamparada con todos esos bichos en la cabeza, papá o mamá Fabri sin duda estarían aplicando algún medicamento, sustancia o método para eliminarlos, de la misma manera es evidente un componente Católico Mariano en los educadores de Carlita, el hecho de haber estado en aquel lugar y haberse sumergido en esas aguas así lo confirma.

Ya tenemos los elementos que necesitamos para efectuar nuestro análisis en este momento, que los bichos hayan desaparecido podría ser según se alega,
1. por un milagro, es decir una intervención divina que viole las leyes de la naturaleza para liquidar los piojos, pero también podría deberse
2. al éxito de cualquiera de los tratamientos piojicidas que, sin duda, en aquel momento estaban siendo aplicados a la cabeza de Carlita.
¿Cómo resolver esta dicotomía?, Creeremos en la milagrosa intervención divina para resolver este problema? o en la simple posibilidad de que un tratamiento antipiojos haya resultado exitoso? También pudo haber cambiado de escuela y los piojos ya no estaban allí el siguiente año.

Fieles a la mejor tradición científica recurrimos al famoso rasero de OCCAM (*) que establece que ante varias posibles soluciones de un problema la solución más evidente y simple es la verdadera. A esta altura ya tenemos clara la historia,…veamos…. ante los piojos que aparecieron en la cabeza de Carlita solícitos padres, sin duda, la habrían tratado con algún o algunos medicamentos o métodos piojicidas, tras esto ante la festividad de Caacupe Carlita viaja, con abuela creo que era, a la villa Serrana donde se somete al ritual de sumergirse en las aguas aquellas, los piojos ya semimuertos terminan por desaparecer de la cabeza de la nena, como esto ocurrió y dado el pensamiento mágico al que es muy dada la afectada por la infestación, piensa esta que el baño es lo que ha causado su “cura”, esta idea es alimentada por sus muy Cristianos y Marianos parientes lo cual refuerza la Fe de la niña. Todo esta tan claro, estoy en presencia de un milagro piensa la nena .

Resultado; varias décadas después Carlita aún recuerda con cariño el “regalo” recibido de la virgen azul, tan agradables son los recuerdos que se le ocurre poner en un periódico poderoso, en el que escribe, su vivencia para compartirla con sus lectores. Y luego aparece un maldito mata sueños como yo y se le ocurre plantear esta herejía.

Yo sé que este tipo de pensamiento mágico, establecer relación causal entre dos hechos sin tener las debidas pruebas, puede ser muy reconfortante, si a uno lo hacen feliz, pues allá puedes ir, pero al hacerlo público y hablar de efectos terapéuticos como has hecho en el diario la cosa cambia sustancialmente y se hace necesaria la debida refutación.
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(*) Fraile franciscano inglés del siglo XIV Guillermo de Ockham que utilizó el reduccionismo metodológico, en forma filosófica. Pluralitas non est ponenda sine neccesitate o la pluralidad no se debe postular sin necesidad. En su forma más simple, el principio de Occam indica que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad. Cuando dos explicaciones se ofrecen para un fenómeno, la explicación completa más simple es preferible.
Si un árbol achicharrado está caído en tierra, podría ser debido a la caída de un rayo o debido a un programa secreto de armas del gobierno. La explicación más simple y suficiente es la lógica —mas no necesariamente la verdadera— según el principio de Occam. En el caso de árbol, sería la caída del rayo. Esta regla ha tenido una importancia capital en el desarrollo posterior de la ciencia.

Improbables Visitas – Por qué los extraterrestres no están aquí.

Improbables Visitas – Por qué los extraterrestres no están aquí.

extraterrestresPORQUÉ LOS EXTRATERRESTRES NO ESTÁN AQUÍ

Cuando se piensa en la hipótesis de la vida extraterrestre, mas específicamente, en la vida inteligente, de origen extraterrestre, si consideramos la inmensidad del espacio, y la existencia de nuestra propia civilización humana los cálculos probabilisticos, dado que la base de cálculo es un número muy grande, parecen indicar, casi con toda seguridad, que nuestro universo alberga numerosas formas de vida que son inteligentes.
Las que estarían en condiciones de emitir señales de radio detectables son unas cincuenta según una famosa formulación. (*)
Para nuestra especie, la posibilidad de que no estemos solos en el universo, es una idea reconfortante, y nos apresuramos en dotar a los hipotéticos seres de todo tipo de atributos éticos y morales que no son sino resultado del pensamiento deseoso, en cierto sentido, tal actitud es similar al Dios bueno presente en la imaginación de millones de personas.
Esta analogía, debe ser tenida en cuenta a la hora de evaluar la posibilidad de que, seres inteligentes nos visiten, que nos hayan visitado en algún momento del pasado, o que nos habrán de visitar en el futuro.

Visitantes sin huellas
En realidad no hay, una sola prueba, que nos indique, con certeza que las visitas hayan ocurrido, a pesar del torrente de publicaciones de todo tipo, leyendas y mitos no existe un elemento que nos sirva para que con certeza científica podamos establecer ese hecho.
Un metal extraño, la solución de algún teorema matemático que aún no haya sido resuelto por los humanos, la cura de alguna enfermedad que aun no hayamos resuelto, alguna tecnología “nueva” que difiera claramente de las que poseemos en este momento de la historia, podrían ser elementos que nos sirvan para considerar con cierta seriedad que hayamos sido visitados, en cambio nos ofrecen lucecitas en el cielo y comunicaciones “telepáticas” donde los supuestos alienígenas nos advierten…. sobre los peligros de la investigación atómica, en los años 50,… la contaminación ambiental, en los 60 y 70,…. la epidemia del sida, a fines de los 80. (si lo hubieran hecho en los 70, si habría tenido valor) y disfrutan respondiendo cuestiones morales (Ej. Debemos cuidar la naturaleza?, Debemos amar a nuestro prójimo?).
Otros, dicen haberlos visto y visitado sus naves, incluso hay relatos de uniones sexuales alienígeno-humanas que han dado origen a seres mestizos. Esto ultimo es menos creíble que un humano y un rabanito hayan copulado engendrando un descendiente mitad humano, mitad rabanito.Definitivamente, a pesar de que los entusiastas insistan, aún en contra de las pruebas, NO tenemos pruebas de que las alienígenas hayan estado o estén entre nosotros.
Sin embargo esto no habilita a pensar que definitivamente no haya ocurrido.
A pesar que la probabilidad es distinta de cero, en este artículo intentare mostrar, si bien solo en forma cualitativa y no cuantitativa, que esta probabilidad, la de que “una nave interestelar con bicho sapientísimo a bordo”, ( como dicen los escépticos cuando desean ironizar) haya llegado alguna vez a nuestro planeta o vayan a hacerlo en el futuro, es muy pequeña.

Porqué no nos visitan.
Aunque se me ocurren un par de razones, relacionadas con caracteres inherentes a nuestra especie tales como nuestra belicosidad, por las cuales seres inteligentes no querrían visitarnos los principales problemas a estas visitas son de otra índole.
La principal razón son las enormes distancias que separan los mundos capaces de albergar vida, el gasto energético necesario para atravesar el espacio interestelar, es tal, que cualquier consideración de orden económico tal como “vienen a la tierra en búsqueda de riquezas naturales” queda desechada de inmediato.
A este problema se suma el hecho establecido por Einstein que en el universo la velocidad máxima permitida es la velocidad de la luz c=300.000 km/s. Aunque esta velocidad es enorme, superior a lo imaginable para los parámetros usuales de nuestro mundo, considerándola con relación a los inmensos abismos del espacio exterior, es como la de una ameba que utilizando sus seudópodos acomete la tarea de dar la vuelta al globo terrestre. (El cálculo me muestra que aún este ej es excesivamente pequeño para dar una idea de lo que son los abismos espaciales, parece ser que tal tarea es un imposible y por tanto cejo en el intento)
El tema de las enormes distancias disminuye en gran manera la posibilidad del viaje interestelar, los tiempos involucrados para su realización aun a velocidades “razonables” de 1/3 de la velocidad de la luz, con relación a la duración de la vida humana son desproporcionadamente grandes.
Existen cálculos, donde se demuestra que para que una civilización dada pueda explorar la galaxia debe procesar tanto metal o plástico como el contenido total de un sol.
Lo más arriba mencionado no son asuntos triviales que puedan ser refutados con argumentos provenientes de la ciencia-ficción o de las seudo ciencias tales como

– Los extraterrestres nos visitan utilizando los agujeros de gusano. (Contacto, de Carl Sagan)

– Los extraterrestres pueden utilizar sus impulsores warp para atravesar el subespacio. (Viaje a las estrellas).

– El medio de transporte interestelar es a través de agujeros multidimensionales que atraviesan el hiperespacio. (Tipo de frase común en libros de ciencia-ficción y en la jerga de los Ufólogos).

Estas son especulaciones de la ciencia-ficción basadas, algunas de ellas, en hipótesis científicas(**), y otras en la imaginación calenturienta de algunos fanáticos de las ideas seudo científicas.
Después de todo lo dicho, a lo cual puede agregarse mucho más, a favor de mi punto de vista de la baja probabilidad de las visitas de inteligencias extraterrestres, debo conceder, como desde luego se entiende a priori, una vez dicho que la probabilidad, aunque pequeña, es distinta de cero, que la presencia de vida extraterrestre inteligente en la tierra podría ser verdad.
Aquí se podría intentar analizar cuales son las posibilidades de que podamos comunicarnos con dichas inteligencias.

Eventos 4P
Al inicio del artículo indiqué que la presencia de la vida extraterrestre en la tierra tenía algunas analogías con el problema de la existencia de Dios, esta analogía se extiende al problema de la comunicación con los improbables visitantes.
Así, los racionalistas afirman algo parecido al siguiente enunciado. “La probabilidad de la existencia de Dios es muy pequeña, aunque distinta de cero, de hecho lo que conocemos actualmente del universo no nos muestra señales ni necesidad de su existencia, pero si existiese aparentemente no actúa de una manera reconocible.”
A estos eventos, Posibles Pero Poco Probables, los he llamado eventos 4P, y a esta categoría pertenecen por Ej. :

– Las enfermedades producidas por las ondas electromagnéticas de las líneas de transmisión eléctricas.

– Los tumores cerebrales originados por los teléfonos celulares.

– El cumplimiento de las promesas electorales de los políticos Paraguayos.

– La existencia de vida en el sistema solar.(fuera de la tierra)

– Ganar la lotería.

Digresiones aparte, siguiendo la línea del enunciado indicado afirmo que; “si los extraterrestres nos visitaran, sería muy difícil establecer cualquier tipo de comunicación”.
Por supuesto, dadas las diferencias que evidentemente tendremos con los alienigenos es bastante claro, que el único tipo de comunicación posible sería el de la ciencia, que con su lenguaje simbólico quizás haga posible la comunicación, pero aquí quiero indicar de que manera los medios necesarios para el intercambio de información humano-extraterrestre son de muy difícil compatibilidad.

Chinos, Delfines y Bolas de Fuego
Antes de considerar el intercambio de información con extraterrestres, para hacernos una idea de las dificultades que habríamos de encontrar consideremos solamente, aunque esto es una trivialidad, lo aislados que nos encontraríamos solos en un país donde se habla un idioma distinto al que nosotros usamos.
Supongámonos en China, rodeados de Chinos que, por supuesto, solo hablan y escriben en Chino, aunque son seres de nuestra misma especie se puede asegurar que, al menos durante un lapso no tan breve, el intercambio de información se hará sumamente difícil y escaso, estos Chinos son de nuestra especie, iguales en todo salvo en algunos caracteres físicos triviales.
Ahora consideremos a otro habitante de nuestro planeta, el delfín, según los biólogos una especie inteligente, utilizando el criterio de la proporción de masa cerebral con relación a la masa corporal total (superior incluso a la humana).
Este delfín, aunque inteligente, no nos llama tanto la atención porque a pesar de poseer inteligencia, por no tener miembros exploratorios como los humanos y debido al medio en que viven no han desarrollado una civilización tecnológica como lo hemos hecho los humanos.
El hecho es que con estos habitantes de nuestro planeta, que comparten con nosotros iguales componentes y caracteres químicos, y están sujetos a las mismas variables propias de nuestro hábitat común, no podemos tener, a pesar del esfuerzo de los científicos en ese sentido, ningún tipo de comunicación relevante (***).
La comunicación con los extraterrestres se hace difícil por la enorme dispersión de las variables físicas del universo, temperatura, frecuencia, composición química, gravedad y un sin número de etcéteras.
Analicemos algunas de estas variables en relación con el tema que nos ocupa.
a. La temperatura;
Esta variable va desde el cero absoluto igual a -273,15 de la escala común utilizada en Sudamérica, el grado Celsius, hasta varios millones de grados centígrados en los soles, en nuestro planeta la biosfera o delgada capa de gases que rodea nuestro planeta y hace posible la vida, sin embargo, las temperaturas extremas que se registran son desde unos -90 C en las regiones polares hasta bastante menos de los 100 C. Como se ve es una franja prácticamente despreciable del rango de temperaturas considerado, es decir el rango de temperaturas donde se desarrolla la vida humana es de unos 200 C, in extremis, mientras que en el universo se dan temperaturas que varían en el orden de los millones de grados.
De esta manera se hace difícil imaginar una comunicación con una forma de vida que este vibrando a unos 500.000 C. ¿Qué tal una charla con una bola de fuego viva e inteligente que se encuentre muy cómoda a su temperatura normal de fusión del acero de unos 1.400 C?

b. La frecuencia;
Los tiempos para las actividades humanas están regidos por las frecuencias de los fenómenos más comunes en la tierra, así cada 24 horas completamos un ciclo de luz-oscuridad, la duración de las actividades humanas están en proporción a esa duración, trabajamos 1/3 de ese tiempo, unas ocho horas, dormimos 1/3 y el restante tercio los dedicamos a otras actividades (usualmente).
De igual manera la velocidad con que procesamos información esta con relación a la frecuencia de los fenómenos naturales que tomamos como parámetros para el tiempo, así la lectura de una hoja de un libro nos toma un par de minutos, comprender lo que se expresa verbalmente en una conversación dura menos de un segundo.
En el universo la frecuencia de rotación de los mundos (entiéndase planetas) es tal, que varia de unos pocos días a cientos y aun miles de años, podemos imaginar seres que emitan un pensamiento cada cien años, así cuando estos seres quisieran saludarnos podría ser algo parecido a lo siguiente; HOLA…….cien años……TERRÍCOLAS……cien años….. VENIMOS…..cien años……EN PAZ.
Podríamos encontrarnos con seres que en un milisegundo nos transmitan tantos datos que ni aun en cientos o miles de años logremos procesarlos totalmente.
Definitivamente la frecuencia se traduce en un problema de comunicación, aquel que haya estudiado con un compañero cuya velocidad de aprendizaje es diferente a la suya propia sabe de que hablo.

c. La composición química;
La base de la vida en nuestro planeta como sabemos es la química del carbono, este elemento es solo uno de los cientos que se conocen, estamos familiarizados con los seres así y tendemos a pensar que para que haya vida “naturalmente” la química deberá ser la misma de la de nuestra especie, esto es una muestra mas de nuestra infantil tendencia a creernos especiales, no hay razón evidente por la cual esto deba ser necesariamente así.
De este modo algunos seres podrían tener como base, digamos el azufre, el silicio, el metano o, (aunque más difícil) el plomo (sospecho que algunos humanos están conformados con esta base), además de las radicales diferencias que ello implica, que ni logro imaginar, permítanme esta jocosa trivialidad, el olor que despidan (sobre todo los de base azufre) quizás haga imposible la comunicación.

d. El tamaño;
Esto, tal vez, sea menos problema pero al pensar en una comunicación con los gigantescos seres gaseosos jovianos, como los descriptos por Arthur Clarke en alguno de sus libros, se me hace difícil imaginar como sería esto posible.

Conclusión
Nadie desearía tanto como yo descubrir que nuestro universo se encuentra poblado de seres inteligentes y benévolos.
Cualquier descubrimiento en ese sentido, aún la más pequeña muestra de algún organismo unicelular extraterrestre que contenga un soplo de vida, sería una noticia sensacional que elevaría enormemente las probabilidades a que hemos hecho referencia.
Sin embargo, hasta este momento de la historia ello no ha ocurrido, esto no significa mayor cosa considerando el pequeñísimo lapso de búsqueda con relación a la edad total del universo de unos quince mil millones de años. De todas maneras la vida, en cuanto a polvo de estrellas que ha cobrado conciencia de sí mismo, es algo absolutamente fascinante y, además, considerando solo nuestra vecindad planetaria, algo único y excluyente de nuestro planeta, por ello muy valioso, y nuestra inteligencia, que nos ha llevado a la razón, una maravillosa expresión del universo.

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(*) La Ecuación de Drake,N=R x fp x ne x fl x fi x fc x L donde:

 N representa aquí el número de civilizaciones que podrían comunicarse en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Este número depende de varios factores.
· R es el ritmo de formación de estrellas “adecuadas” en la galaxia (estrellas por año).
· fp es la fracción de estrellas que tienen planetas en su órbita.
· ne es el número de esos planetas en el interior de la ecosfera de la estrella (se trata del espacio que la rodea, y que está en condiciones de albergar alguna clase de forma de vida. Demasiado cerca es demasiado caliente; demasiado lejos es demasiado frío.)
· fl es la fracción de esos planetas dentro de la ecosfera en los que la vida se ha desarrollado.
· fi es la fracción de esos planetas en los que la vida inteligente se ha desarrollado.
· fc es la fracción de esos planetas donde la vida inteligente ha desarrollado una tecnología e intenta comunicarse.
· es el lapso que una civilización inteligente y comunicativa puede existir (años).

(**) Una hipótesis científica es una formulación aún no bien sustentada en pruebas empíricas, a diferencia de las teorías científicas que son como una formulación que relaciona hechos en una forma muy sólida y consistente.

(***).Véase, sin embargo, La conexión cósmica,(editorial Plaza y Janés Pag175-177) donde el astrónomo Carl Sagan nos da un delicioso relato de una insinuación sexual que le hace un delfín.