Por: Osvaldo Meza (osvaldomeza11@gmail.com)

Con una capacidad de síntesis, que nos recuerda al maestro Asimov, y una claridad de ideas al mismo nivel del propio Sam Harris, en este libro se conectan hechos del pasado como una introducción para entender qué sucede en el presente. Como el propio autor declara, es una reseña que nos cuenta cómo una determinada especie de homínido, el Homo sapiens, pasó de ser uno más de los tantos de su género a pasar a ser el amo y señor de lo que se encuentra en la superficie terrestre. De ser dominado y limitado por su entorno y lo que en él predomina, a dominar tantas fuerzas como le fue posible, a tal punto de moldear este ambiente hostil y domesticarlo.

Si bien el estilo literario del autor es de lo más pulcro, lo que impacta del libro es la forma en que se presentan los hechos, las ideas que se desprenden de los mismos y la interpretación que se hace de ellos, cosa que generalmente ya queda implícita y el autor lo deja a criterio del lector, ya con muy poco margen para la discusión.

No puedo afirmar haber leído muchos libros pero cierta experiencia en ese mundillo la tengo, sobre todo en libros de divulgación científica y de historia. Y justamente, este libro ofrece una descripción de la historia pero basada en las evidencias disponibles de grandes acontecimientos atribuidos al hombre, como su migración a América y la domesticación de animales, brindadas sobre todo por la arqueología y la paleontología. Y lo hace desde la aventajada perspectiva de alguien que puede ver el cuadro completo en la actualidad pero que tiene la difícil tarea de ‘’conectar los puntos’’ como diría Asimov. Y en este libro se aprovecha la ventaja y de forma palmaria se cumple con la tarea.

La estructura del libro se divide en tres partes, como se explica en el mismo, a partir de las tres grandes revoluciones que ha experimentado la humanidad: la revolución cognitiva, la agrícola y la científica. Es en esta última en la que nos encontramos hoy día.

En la primera parte se brinda un resumen de las diferentes especies de homínidos que cohabitaron el planeta hasta hace aproximadamente 10000 años (Homo rudolfensis; Homo erectus; Homo neaderthalensis), dando por tierra a la idea común de una aparición en secuencia de evolución gradual de las mismas. No, coexistieron y, como también se comenta, además se hibridaron y también se exponen pruebas de estos hechos. Inquietantes implicancias. Se ve al Sapiens como un animal más, un animal ‘’sin importancia’’ que tenía tantas probabilidades de concretar proyectos como la tenían otros mamíferos, ¿pero cómo llegó a construir civilizaciones y artefactos que escapan del planeta desde tal humilde origen? Eso también se intenta responder.

Uno de los capítulos más impactantes del libro es el que relata la naturaleza devastadora de Sapiens que caracterizó sus olas migratorias. Revela no sólo la capacidad adaptativa de la especie sino también lo efectiva que fueron las herramientas que usaron para conseguir asentarse. Herramientas principalmente cognitivas. De ahí el nombre de la primera revolución. Probablemente la causa de esta revolución, que se habrá iniciado hace 70000 años, hayan sido mutaciones aleatorias en los genes de los Sapiens, lo cual implica que tal vez sólo una vez en la historia del universo, sólo una especie tuvo la oportunidad de conocer el espacio más allá de lo que le permiten sus ojos.

Pero la aparición del lenguaje, se puede decir, es condición necesaria pero no suficiente, para el éxito de Sapiens, queda algo más. Y en ese algo más es donde se percibe la particularidad de este libro, al explicar de forma plausible fenómenos tan obvios que generalmente pasan desapercibidos. Y esa es la contribución más importante del mismo. Categorías que anteriormente eran  innominadas pese a que moldearon nuestra visión actual del mundo, como las corporaciones, las finanzas, las leyes y los derechos universales, son bautizadas en este libro, de forma que dejarán una marca indeleble en la memoria del lector.

La revolución cognitiva es, en consecuencia, el punto en el que la historia declaró su independencia de la biología

 

Se lee en el último enunciado una introducción a la relación entre biología e historia, así también, de manera sobria se analiza los vínculos entre biología y cultura, que sería la antropología y sus contribuciones para entender problemas tan actuales como la pandemia de la obesidad o la creciente tasa de divorcios.

En la segunda parte del libro se analiza lo que el autor llama: El mayor fraude de la historia. En esta sección se hace uso de las evidencias que se disponen para llegar a conclusiones coherentes, obviamente, pero de una forma muy poco ortodoxa. Durante siglos que creyó que la agricultura y la domesticación de los animales fue un logro humano en el que el hombre ejercía un rol activo pero, ¿qué dicen los aproximadamente 11000 de agricultura en relación a la forma de vida de los Sapiens? ¿Fue esa domesticación un camino de una sola vía?

Avanzando un poco más en el libro, y por tanto, en la historia humana, nos encontraremos con las interacciones entre las distintas creaciones humanas y su evolución hasta nuestros días. ¿Porqué ‘’libertad’’ hoy día no significa lo mismo que cuando se firmó la declaración de la independencia de los Estados Unidos? ¿Qué significaba en aquel entonces ser libre? ¿Y ahora?

Es interesante que para responder preguntas de este tipo, el autor no sólo se valga de la historia o del derecho sino también de la psicología y de las neurociencias. Ecléctico.

Una vez abordados estos temas, el autor reflexiona sobre lo que llama la ‘’flecha de la historia’’, mirando a la misma, no con la vista de un águila, sino con el ‘’punto de vista de un satélite espía cósmico, que escudriña milenios en lugar de siglos’’. Sus conclusiones son contundentes.

Un aspecto clave de la llamada ‘’flecha de la historia’’ se vincula con la formación de los imperios y su relación con la religión. ¿Cómo es demasiado probable  que quien lea esto en castellano sea católico? La respuesta se sabe. Pero es distinto preguntarse el ‘’cómo’’ a preguntarse ‘’por qué’’. ¿Por qué fue el cristianismo y no otro politeísmo el que acabó siendo la religión oficial del imperio romano? De igual modo, ¿por qué la revolución científica empezó en Europa occidental y no en Asia?

Y finalmente, en la última parte se analiza la revolución científica y su matrimonio con la economía, que dan paso a lo que se llama ‘’el credo capitalista’’ y al invento que argamasa todo este conglomerado que llamamos sistema económico.

Historia, biología, antropología y psicología. Justamente, ese sincretismo de disciplinas se palpa de la forma más tangible cuando se analiza lo que llamamos la ‘’felicidad’’. ¿Qué dicen los estudios realizados al respecto? Se intenta abordar el tema desde una perspectiva lo más objetiva posible, llegando a una conclusión que podrá engendrar debates, característica de todo buen libro.

Finalmente, se plantea la cuestión de lo que sucederá en el futuro, partiendo de la base de cómo estamos ahora moldeando el presente.

Con una bibliografía enciclopédica que da pie a sus afirmaciones, este libro responde de manera absolutamente pragmática y necesaria, la pregunta: porqué y para qué estudiar historia.

Evoca a la frase de Anne Rice, quien en boca del vampiro Lestat, dice: ‘’ Preguntar es realmente abrir la puerta a un torbellino. La propia respuesta puede aniquilar la pregunta y a quien la formula’’.

Libro recomendado y sirve además como perfecto regalo.

 

 

 

 

 

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