por APRA | Sep 28, 2024 | Educación, Pensamiento Crítico |
Por: Valeria Ramírez.
Como estudiante de educación enfocada en la enseñanza de la lengua inglesa y madre de
dos niñas en edad escolar, los recientes resultados del Concurso Público de Oposición para Educadores en Paraguay me generan una gran preocupación. En particular, los datos
revelan un desempeño alarmante de los docentes que ya están en ejercicio, especialmente aquellos que enseñan en el primer y segundo ciclo de la educación escolar básica. De un total de 3.015 postulantes en todo el país, solo 997 aprobaron, mientras que 2.018. reprobaron. Esto es especialmente evidente en el departamento Central, donde el número de reprobados (1.469) casi triplica al de aprobados (709).
Me resulta inquietante que estos bajos resultados no correspondan a docentes en
formación, sino a profesionales que ya tienen años de experiencia en el aula y que, en
muchos casos, están encargados de los primeros años de escolarización, un periodo clave en el desarrollo de habilidades fundamentales para los estudiantes. Como madre, sé lo crucial que es que mis hijas reciban una educación de calidad desde sus primeros años, y ver que hay deficiencias tan marcadas en la preparación de los docentes me hace reflexionar sobre el impacto directo que esto puede tener en su rendimiento académico. Si los estudiantes no reciben una enseñanza adecuada en estos ciclos iniciales, es muy probable que enfrenten dificultades mayores cuando avancen a los siguientes niveles, lo que puede traducirse en bajo rendimiento y deserción escolar.
Los estudios del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) refuerzan esta preocupación. En el informe del Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (SNEPE) de 2021, se destacaba que solo el 17% de los estudiantes de sexto grado lograban niveles satisfactorios en matemáticas, y apenas el 12% en lectura (MEC, 2021). Esto me lleva a pensar en una posible correlación entre la falta de preparación docente y el bajo rendimiento de los estudiantes.
Es importante mencionar que los resultados que tenemos hasta ahora corresponden solo a
los docentes de la capital y el departamento Central. Aún falta que se presenten los
educadores del resto del país, lo que podría cambiar el panorama. Sin embargo, lo
observado hasta ahora ya genera una gran preocupación sobre el estado actual de la
educación en Paraguay.
Más allá de los resultados del examen, otro tema que me preocupa como futura docente y
madre es la falta de organización que se reportó durante el proceso de evaluación. Esto no solo afectó a los postulantes, sino que también pone en evidencia la necesidad de que el MEC no solo revise los programas de formación, sino que además garantice una mejor planificación en futuros concursos. Asegurar un proceso bien estructurado es fundamental para que los docentes puedan demostrar realmente sus competencias y, en última instancia, mejorar la calidad de la educación en nuestro país.
Referencias
Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). (2021). Informe de resultados del Sistema
Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (SNEPE).
por APRA | Sep 22, 2024 | Crítica a las Religiones, Pensamiento Crítico |
¿Cómo puedo agradecer a Dios todas las cosas buenas que tengo mientras otras personas no tienen nada? ¿Cómo puedo darle gracias a Dios sin, por implicación, culparle del estado del mundo?
Bart Ehrman, ¿Dónde está Dios? El problema del sufrimiento humano.
Preguntas como las de arriba son, digamos, “religiosamente” incorrectas, porque son incómodas y las explicaciones que nos venden, en nuestro fuero interno, nunca terminan por convencernos. Supongo que para personas razonables, preguntas así inician un paulatino proceso de descreimiento hacia la misma idea de un dios bíblico, uno que activamente participa en la historia humana. Preguntas así, abordadas con honestidad intelectual, deberían motivarnos a reflexionar sobre la improbabilidad (por no decir imposibilidad) de un dios amoroso que todo lo puede.
Me gustaría decir que mi salida de los testigos de Jehová fue así de aséptica y motivada por reflexiones elevadas. Fue aséptica, sí, pero no fue por cuestionar profundamente el sufrimiento humano actual. Al decir que fue aséptica me refiero a que no fue debido a “pecados”, que motivan la expulsión del testigo en cuestión. No, al contrario, me perfilaba para pastor de mi congregación incluso.
Como ya se mencionó, el manejo de la información es sumamente importante para mantener el control de las actitudes e ideas de la feligresía, es por eso que en su momento la iglesia católica se opuso a la educación pública, por ejemplo. Así también, los testigos de Jehová ven con recelo la educación académica, o seglar. Es aceptable que uno termine el colegio pero en el ideario de esta secta, lo que sigue debe ser un trabajo a tiempo parcial, a lo sumo de mando medio, para que el resto de la vida del testigo gire en torno a la predicación. No manejo cifras pero someramente puedo decir que a lo sumo un 10% o menos de los publicadores (testigos de Jehová con la posibilidad de predicar) optan por ello. O sea, muy pocos van (o iban en mi tiempo antes de la epidemia de universidades garage) a la universidad pero muy pocos optan por salir a predicar todos los días. O sea, se adaptan a lo mínimo requerido. Consecuencia de ello es que el grueso de los testigos de Jehová terminan subempleados en una situación laboral extremadamente precaria.
Mi primera desavenencia con los ancianos de mi congregación fue cuando iba a ingresar a la universidad. Pese a su insistencia, ingresé y seguí. Un evento en particular hizo que perciba la incoherencia de las afirmaciones de la organización (afirmaciones de las que se apropian los pobres testigos de a pie). Se supone que no se deben estudiar carreras universitarias (que duran seis años o más) porque, como secta milenarista, el fin del mundo y la segunda venida de Cristo, ya son inminentes. Se entiende la premura (desde 1870). A su vez, los testigos de jehovä, planean, construyen, reconstruyen, remodelan (y venden) edificios suyos, hechos con mano de obra gratuita, todo el tiempo. Para el momento en que empezaba la universidad, me tocó trabajar en una construcción que se proyectaba terminar EN 8 AÑOS. Iba a tener tiempo de sobra para la universidad (y por lo visto, el fin no estaba después de todo tan cerca). Por algún motivo, dejé pasar eso.
Más adelante, un pastor cuestionó mis gustos literarios. Recuerdo que me aconsejó piadosamente dejar de leer novelas de misterio y que redoble mi dedicación a lo que es provechoso, o sea, a leer la biblia e invitar a otros a leer la biblia. Eso me pareció una afrenta porque justamente fue la curiosidad y el hábito de leer lo que me motivaron a unirme a ellos y por lo visto ese hábito debe restringirse a ellos una vez que uno está adentro.
Los años pasaron y, finalmente, cuando la digitalización de la literatura de divulgación hizo mucho más accesible libros que de otro modo un estudiante no podría obtener, encontré en un cibercafé la copia de “El espejismo de Dios”, de Richard Dawkins. Obviamente el título era sugerente pero yo creía que si mi fe (o adoctrinamiento, que son la misma cosa) era fuerte, no importara lo que diga el libro, mi relación con dios no se afectaría. Al parecer era más honesto que devoto, así que luego de leer el libro, ya no pude seguir autoengañandome. Poco a poco deje de frecuentar la congregación y, finalmente, cuando me mude, perdi todo contacto con mis hermanos. Si sentí un “vacío espiritual” o crisis existencial, no duró mucho. Tal vez porque, acto seguido, leí todo cuanto pude de escepticismo y racionalismo. Luego llegó la adultez y el tiempo se hizo escaso de todos modos. Así fue mi salida, resumidamente.
Tengo que agradecer que no insistieron (tanto) que vuelva al redil. Eso siempre hace todo más difícil. De todos modos, salí sin rencores y sin la idea de que me arrebataron años de vida, con todas las limitaciones que imponen en temas de sexo o de consumo de drogas. Muchos testigos de Jehová son expulsados jóvenes, en su mayoría, se sobreentiende, porque inician su vida sexual obviamente fuera del matrimonio. Cuando los pastores se enteran, generalmente porque otro piadoso hermano acusa al pecador, se llama al acusado a aclarar la situación. Si confiesa lo ocurrido, se le expulsa y, hasta hace poco, nadie de los testigos de Jehová podía dirigirle la palabra hasta que sea readmitido.
El sentimiento de culpa, de vulnerabilidad y la rabia que experimentan jóvenes que pasaron por dicha experiencia explica que muchos expulsados terminen odiando a gente con quien anteriormente predicaba. Muchas veces también es porque se sienten reprimidos y privados de experiencias lícitas que sus congéneres no testigos disfrutan. Entonces se sienten estafados y finalmente termina en un efecto rebote, en el cual el expulsado es víctima de sus pasiones reprimidas e, irónicamente, su caso es visto como una moraleja de lo que sucede con los jóvenes que dejan la organización. Parece una broma del mismísimo diablo (que tampoco existe).
No debe confundirse al adoctrinador con el adoctrinado. La secta es dirigida de forma jerárquica, en Estados Unidos, por gente que casi imperceptiblemente monetiza el trabajo de sus víctimas, que son las personas que probablemente hayan tocado tu puerta o estén prestos para hablarte en alguna plaza. Sí, el grueso de los testigos de Jehová, los pastores de congregación, a quienes se los llama ancianos, sus esposas y sus hijos, los publicadores, precursores (que se dedican casi exclusivamente a predicar), todos ellos, son gente honesta, de una fe robusta (que no hace más deseable el vicio de la fe) y con un interés sincero en ayudar al prójimo. No conozco a un solo anciano testigo de Jehová, con quien haya compartido, que se haya enriquecido a costa de sus hermanos. Al contrario, es gente que trabaja gratis para dicha organización. Es víctima de ella. Y lastimosamente también, el grueso de ellos tiene un nivel educativo bastante básico, lo cual impide que cuestionen a la jerarquía, sin hablar de todo ese fenómeno social que es propio de las sectas, por lo cual el que decide salirse, se expone al ostracismo incluso de su familia, si esta también es testigo de Jehová.
Debo decir que nunca más volví a tener contacto con un testigo de Jehová, o sea, nunca nadie me predicó pensando que yo no era testigo. Me queda el recuerdo de gente que alguna vez me tuvo en alta estima y me consideró ejemplar pero que hoy me considera “extraviado” y en el “mundo”, palabras propias de la nomenclatura de toda secta.
P.D. A modo de anexo, este video titulado “Cómo se financian los Testigos de Jehová” explica de manera bastante coloquial el negocio detrás de esta fe, que es mucho más complejo que la simple recolección de diezmo.
por APRA | Sep 8, 2024 | Crítica a las Religiones, Pensamiento Crítico |
¿Qué tienen en común los cantantes Prince y Michael Jackson? Realmente muchas cosas: ambos eran estadounidenses, afrodescendientes, artistas, prodigios en la música, de fama descomunal, sexualidad ambigua, ambos murieron por abuso de sustancias: Michael a causa del Propofol y Prince a causa del fentanilo. Y sí, ambos eran testigos de Jehová. Esa es la explicación del porqué la aclaración en el video ‘’Thriller’’ de Michael Jackson, explicando que él no creía en zombies. Mencioné estos casos más notables, aunque hay más famosos (al igual que Tom Cruise y John Travolta en sus respectivas sectas) como la cantante de texmex Selena Quintanilla, las hermanas Williams, o el General, pionero del reggaetón, etc.
En la era pre internet era muy difícil para un paraguayo de clase media baja (que forma el grueso de la feligresía de los testigos) enterarse de algo así, ya que, como toda secta, el manejo de la información es total. En la literatura oficial de la Organización ‘’Watchtower’’, o en castellano ‘’Torre del vigía de Sion’’ este tipo de hechos no se publican, porque se consideran raíz de posible disenso. Ya hoy día, en que el acceso a la información es hiperfacilitado y uno puede consultar libros, enciclopedias, sin contar con miles de videos, es imposible no enterarse de detalles poco decorosos de dicha organización pero para un testigo de Jehová devoto, activo y sobre todo profundamente adoctrinado, toda información no oficial de los testigos de Jehová es mal vista, de manera que es poco probable que un testigo de Jehová lea estas líneas, ya que casi casi por definición se considerará ´”opositora” o “apóstata”, aunque ni siquiera la referencia en cuestión haga juicios o tome partido a favor o en contra de la secta. Esa es una característica fundamental, el manejo de la información, que distingue a las sectas.
Uno de los aspectos más resaltantes de la historia real, o sea, imparcial o extraoficial de los testigos de Jehová, o sea, que no va a ser conocida por los testigos de Jehová activos, es en relación a sus orígenes. La leyenda dice que Charles T. Russel era el predicador estadounidense, que por inspiración divina, en la década de 1880, junto con otros cristianos sinceros, formó un grupo llamado ‘’Estudiantes de la biblia’’ para poder adelantarse a las profecías bíblicas que daban a entender a todas luces, que el siglo XX por iniciar, no de balde era un número redondo. Acontecerían eventos de máxima importancia teológica, y por supuesto, recordemos que es una religión milenarista, la venida de Cristo.
Lo que no se cuenta de Charles T. Russel es que era un hábil hombre de negocios, que diversificó su cartera de negocios y de dedicarse a la venta de granos pasó a la imprenta, con la revista ‘’Watchtower’’ y los encargados de la distribución y venta eran justamente, los miembros de dicha agrupación. Muchas ‘’doctrinas básicas’’ adjudicadas a Russel, como la del ‘’esclavo fiel y discreto’’ eran autoría de la señora de Russel, antes de divorciarse de ella tras un no claro hecho de adulterio por parte de Russel con su secretaria. Este hecho no lo estoy usando como una crítica ad hominen sinó para ilustrar el punto que detalles no decorosos no son comentados (ni sabidos) por los testigos normales. Tenemos mucho más, como la del segundo presidente, el juez Rutherford, quien además de ser alcohólico y de carácter irascible, vivía en mansiones, como la de Beth Sarim, paseándose en Roll Royce mientras el mundo se sumía en la segunda guerra mundial. La mansión de Beth Sarim fue construida gracias a contribuciones voluntarias para albergar a los patriarcas hebreos que habían muerto antes que Jesús naciera, desde Abraham hasta David, que resucitarían antes de la segunda venida de Cristo. Obviamente, nadie resucitó y nadie volvió de nuevo, por lo que la mansión discretamente se vendió y el asunto de la resurrección de los patriarcas fue quedando en el olvido.
Y ese es, creo yo, el principal mecanismo que usa el ‘’Cuerpo gobernante’’, o sea, su comité directivo, para esconder bajo la alfombra las profecías fallidas o las doctrinas que no resistieron el paso del tiempo y detalles como los comentados arriba. Simplemente no se mencionan errores y se asume que fueron revelados ‘’nuevos entendimientos’’ de tal o cual profecía o respecto a la interpretación de textos de la biblia. Tanto es así que un libro publicado allá en la década de los cincuenta, de esos de 400 páginas, sin ilustraciones y con letras pequeñas, poco generosos con el lector, tendrá a ojos de un testigo veinteañero, tantas ideas desconocidas que pensará que son de otro grupo religioso. Para evitar esto, los libros son sacados de circulación tan pronto se percibe que dichas ideas ya no son populares o, para usar una frase de moda, no envejecieron bien.
Si les interesa conocer la historia verdadera, o secular de esta asociación, pueden empezar con ‘’Apocalipsis demorado’’, un libro excelente escrito por un historiador canadiense, M. James Penton, quien fue un testigo de Jehová devoto y sincero. Quedó profundamente sorprendido cuando encontró una enconada oposición de sus hermanos y de la sede central en Brooklyn cuando mencionó la idea de escribir la historia del grupo académicamente. Como suele pasar, mientras más información neutral recopilaba, menos convencido se volvía y terminó abandonando la organización. Fruto de esa experiencia es el libro mencionado.
Leer parte 3.
por APRA | Sep 1, 2024 | Crítica a las Religiones, Pensamiento Crítico |
Los testigos de Jehová son una secta. No sé si secta peligrosa o inofensiva pero cumple con los criterios básicos para ser considerada una.
La palabra secta en sí misma, aunque tenga una connotación siempre negativa o peyorativa, abarca tantos matices que no caben en una sola palabra. Hoy día gracias al diluvio de información en el que vivimos, en el que este escrito es también una gota, conocemos como nunca antes la historia de sectas que marcaron épocas, como la del esquizofrénico Charles Manson y “La familia” así como David Koresh y sus davidianos en los 90 o Marshal Applewhite, con su “Heaven’s gate” y el infame Jim Jones, que no necesita reseña. Quedan cientos por nombrar. Si uno no los conoce (creo difícil) sólo están a un click de distancia.
El nivel de dramatismo o la grandilocuencia de las expresiones apocalípticas de estos líderes considero es inversamente proporcional a la vigencia de sus respectivas sectas. Es gente que arrastra a sus seguidores todo el tiempo en que ellos permanecen vivos, luego no se suele ver continuidad.
Las sectas más longevas son, diríase, comparativamente más discretas en sus anhelos y “profecías”, además de crecer de forma más conservadora y de establecer vínculos mucho más fijos con elementos ajenos a ella, a veces incluso, llamativamente se asocian íntimamente con gente foránea. El arquetipo de secta que ejemplifica esto es el cristianismo del siglo primero, fundado por el apóstol Pablo, no por Jesús, como se cree. Después de cientos de años de luchas ideológicas entre varios cristianismos, finalmente emergió una victoriosa cuando se alió con Roma. El resto, son historia de 1700 años. Pero no se nos olvide que es una secta (o spin off) del judaísmo, así como lo es el islamismo.
Volviendo al tema, los testigos de Jehová son hermanas generacionales por así decirlo, del mormonismo, ya que sus bases se anclan en el seno de una sociedad cristiana protestante estadounidense, que a su vez, surge de los adventistas. Como quiera que se las llame, todas estas son milenaristas, así como hipotéticamente también lo es la iglesia católica, aunque esta finja demencia en los últimos siglos respecto al tema.
Aunque mucha gente en esta época haya oído hablar de los testigos de Jehová de forma indirecta en los medios (sobre cuestiones como la sangre, festejar cumpleaños, el celoso proselitismo o sus asambleas), si un testigo de Jehová le alcanza a predicar a uno, el tema central de su mensaje es la venida de un paraíso terrenal (no celestial) en muy breve tiempo, ya pronto, muy pronto. Este paraíso es el medio que el dios Jehová utilizará para resolver todos los males de la humanidad que empezaron desde que Adán y Eva fueron echados del Jardín del Edén. A excepción de la idea de un paraíso terrenal, todos los demás aspectos de la mitología salvífica le son terriblemente familiares a cualquier paraguayo medianamente informado: que Jesús murió por todos nosotros, que a través de él tenemos esperanza, que va a volver y va a separar a sus ovejas de las cabras, que ese juicio será con fuego y demás y Satanás junto con sus demonios y la humanidad que está de su lado, o sea, contra Cristo está, va a ser primeramente “amarrado” (o “cancelado” digamos) por mil años . Y todo va a ser muy muy pronto.
Ese mensaje de salvación se ornamenta con la esperanza de ver en ese paraíso a nuestros seres queridos que ya hayan fallecido, resurrección mediante. Además, tanto nuestros seres queridos como nosotros mismos, vamos a volver a ser jóvenes y vamos a permanecer jóvenes por lo menos durante esos primeros mil años. En un día normal, en donde estamos inmersos en la rutina y con un nivel digamos moderado de felicidad, este mensaje por supuesto que choca con el escepticismo hasta del más crédulo católico, ni qué decir de una persona no religiosa pero hay días y días. Y hay días en los que vivimos tragedias personales que directamente nos invitan a pensar en un alivio, por más mágico que sea. En esos días, si un testigo de Jehová toca a la puerta, muchos van a querer creer que fueron enviados de dios. Es gente vulnerable, ya sea por diversos factores, la que cae presa, la que cree en esa esperanza y la que será eventualmente adoctrinada. Es esa gente la que será víctima y luego, si continúa, victimaria.
Fin de la primera parte.
Segunda parte
por Ricardo Montanía | Jun 28, 2023 | Artículos de Ricardo Montanía, Charlatanes y Farsantes |
ZETETIC 1. adj. proceeding by inquiry. 2. n. skeptic, seeker; specif, one of a group of Pyrrhonist philosophers. —Webster’s Third New International Dictionary
ZETETICO 1. adj. Que procede indagando. 2. n. escéptico, buscador; uno de los filósofos Pirronistas.
—Tercer Nuevo Diccionario Internacional de Webster
Con el exótico nombre, explicado más arriba, se lanzaba en el otoño boreal de 1.976 la primera edición de lo que después se convirtió en la principal revista dedicada al escepticismo científico, el SKEPTICAL INQUIRER, que se constituiría en el órgano de difusión del Committee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal (Comité para la Investigación de declaraciones paranormales) por sus siglas en Inglés SCICOP, que ingeniosamente en Inglés se puede asociar con “Policía de lo Paranormal”.
Su editores Martin Gardner, Ray Hyman, Paul Kurtz, James Randi, Dennis Rawlins y Marcello Truzzi eran todos ellos destacados investigadores que lidiaban con las afirmaciones fantásticas de moda en aquel entonces.
Nadie mejor que Carl Sagan, uno de sus más destacados miembros para una mejor descripción del mismo:
El Comité de Investigación Científica de Declaraciones Paranormales es una organización de científicos, académicos, magos y otros dedicados al examen escéptico de pseudociencias emergentes o en pleno desarrollo. Fue fundado por el filósofo de la Universidad de Buffalo Paúl Kurtz en 1976. He estado afiliado a él desde el principio. Su acrónimo, CSICOP, se pronuncia «scicop», como si se tratara de una organización de científicos que realizan una función de policía. Las críticas que presentan los que se sienten heridos por los análisis que hace el CSICOP suelen ser así: es hostil a toda nueva idea, dicen, serían capaces de llegar a unos niveles absurdos en su rígido desenmascaramiento, es una organización vigilante, una nueva Inquisición, y así sucesivamente.
El CSICOP es imperfecto. En algunos casos, esta crítica está justificada hasta cierto punto. Pero, desde mi punto de vista, el CSICOP cumple una importante función social: como organización conocida a la que pueden dirigirse los medios de comunicación cuando desean oír la otra parte de la historia, especialmente cuando se decide que alguna afirmación asombrosa de pseudociencia merece salir en las noticias. Solía ocurrir (y todavía es así en gran parte de los medios de comunicación globales) que, cuando salía un gurú que levitaba, un visitante extraterrestre, un canalizador o un curandero en los medios de comunicación, se trataba el tema sin profundidad ni crítica. No se presentaba ninguna memoria en el estudio de televisión, diario o revista sobre otras afirmaciones similares que habían demostrado ser patrañas y engaños. El CSICOP representa un contrapeso, aunque su voz todavía no es bastante alta ante la credulidad en la pseudociencia que parece intrínseca a gran parte de los medios de comunicación.
Estas palabras estaban contenidas en el libro “El mundo y sus demonios” y era la visión que en esos años, fines de los 90, se tenía acerca de la publicación.
Por ser el “Skeptical” la expresión más exacta de los objetivos de APRA, decidí hacer una recopilación y publicar en español algunos de sus artículos que encuentro pertinentes.
por APRA | May 17, 2020 | Análisis de Textos Sagrados, Crítica a las Religiones, Reseñas |
Por: Osvaldo Meza. (osvaldomeza11@gmail.com)
Reseña de “La biblia desenterrada” De Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman
Es increíble lo poco que puedes llegar a saber de un juego que has jugado toda tu vida’
Mickey Mantle (Beisbolista estadounidense)
Este libro publicado en 2001 originalmente en inglés y con edición en castellano de 2003 le deja a un lector la misma impresión que manifestó el beisbolista arriba mencionado, sobre todo si habla y lee en castellano.
Nací y mucho tiempo crecí como cristiano, y como testigo de Jehová que fui, leí como mínimo cinco veces la Biblia, de Génesis a Revelación o Apocalipsis. Si bien la lectura selectiva y explicada desde el púlpito cegaba por completo cualquier análisis crítico del libro más vendido todos los años, inevitablemente las cosas en el Génesis no cuadraban.
Ya fuera del ámbito religioso y desbancado por completo todo atisbo de veracidad del relato de la creación, nunca había considerado que lo después mencionado en la biblia no fuera verdad. Pensaba que tal vez había imprecisiones cronológicas en algunos años o tal vez siglos pero ya siendo crítico con los textos sagrados, jamás pensé que algunos pilares de la tradición bíblica pertenecieran nada más y nada menos que al terreno de la literatura más fantástica y mejor planeada del mundo antiguo, cuya fuerza e impacto en la vida real sigue vigente.
La lectura de la biblia, la doctrina de la Iglesia, la de los otros dos principales monoteísmos (judaísmo e islamismo) y las miles de referencias culturales que enmarcan nuestro aprendizaje están implícitos en nuestra sociedad occidental, y tal como manifestó el filósofo Lessing: ‘’ La superstición en la que fuimos educados conserva su poder sobre nosotros aun cuando lleguemos a no creer en ella’’. Nunca mejor dicho. Es por eso que este libro es de por más interesante.
¿Qué ocurre cuando el lector bienintencionado e imparcial pero educado en el seno de una cultura cristiana se entera que no hay evidencias que respalden la existencia de los patriarcas? ¿O que el Éxodo bíblico nunca existió? ¿O que la gloria del rey David y que las riquezas del rey Salomón no son tales?
Pues ocurre que experimenta un escepticismo intenso, producido por lo que en psicología se llama efecto Einstellung (del alemán que significa ‘’configuración’’). Básicamente significa que la primera impresión o idea que tenemos de un determinado fenómeno impide plantearse otras posibles concepciones de un determinado fenómeno. Es por este efecto que cuesta más reaprender algo de nuevo que aprender desde cero. Desde pequeños hemos incorporado muchas ideas y relatos bíblicos que no imaginamos otras explicaciones más allá de las que se encuentran en la biblia. Es por eso que siempre nos cuesta aceptar la idea de la verificación independiente respecto a los acontecimientos allí narrados.
Debe hacerse una aclaración. Este libro sirve como una introducción a los grandes temas de la biblia.
Si bien el título es amplio, en realidad abarca solamente al antiguo testamento (Léase desde Génesis hasta Malaquías) y se centra sobre todo en el período en que realmente fueron escritos y compilados los documentos que conocemos con ese nombre. Lleno de citas bíblicas, compara, analiza y explica la plausibilidad de los hechos narrados a la luz de las evidencias arqueológicas disponibles, fruto de los trabajos de arqueólogos (muchos de ellos israelíes modernos) en la península de Sinaí. Además explica porqué se había tardado tanto en la historia en hacer un abordaje secular, crítico y sobre todo científico de los sucesos bíblicos.
¿Fundó Abrahám una tribu de hebreos a través de Jacob, quien tras haber ‘’contendido con dios’’ se llamaría Israel, sería el padre de las doce tribus que heredarían la ‘’Tierra prometida’’? ¿Qué necesidad había en explicar que Abrahám procedía de Ur o que la tumba de su esposa y la de él y la de su hijo Isaac y su nieto fuera en Macpelá? ¿Por qué insistir en que Esaú, hermano de Jacob, quien luego se llamaría Edom, despreció su ‘’herencia’’ por una sopa de lentejas e insistió en matar a su hermano una y otra vez?
La peculiaridad del libro es que transforma la lectura del relato bíblico en una trama política de lo más interesante, ofrece una reinterpretación de esas historias, desde la perspectiva de un pueblo, y más que nada, de una clase gobernante de una pequeña localidad en Oriente que hizo todo lo posible para mantener su individualidad y no ser engullida y asimilada por potencias circundantes.
En este libro el lector notará la elegancia en la creación de documentos y lo efectiva de esas tácticas para otorgar a un grupo de personas que habitan un determinado espacio (léase ‘’el pueblo de Israel’’), de una historia, tradición y costumbres que finalmente se utilizarían para legitimar pretensiones sobre objetos mucho más inmediatos y tangibles. Se conocerá la historia del rey Josías, quien, muy probablemente con ayuda de sus funcionarios de gobierno, lograron ‘’enlibrar’’ sus deseos e improntar en sus súbditos la idea de ser una nación especial, única y sobre todo favorecida por una alianza con el ‘’único dios verdadero’’.
Un dato interesante es que no se desacredita absolutamente toda la biblia, como podría pensar un escéptico radical, sino que también se la utiliza como referencia para enmarcar otros acontecimientos.
Como bien se explica en el libro, ese es precisamente el trabajo de un estudioso de la biblia:
La esencia misma de los estudios bíblicos consiste en separar las partes históricas del resto del texto en función de consideraciones lingüísticas, literarias y de la historia extrabíblica. Así pues, podemos dudar, por supuesto, de la historicidad de un versículo y aceptar la validez de otro, en especial en el caso de Omrí y Ajab, cuyo reino aparece descrito en textos contemporáneos asirios, moabitas y árameos
Una obra breve y densa, con sorpresas en cada capítulo para cualquier lector y en cada página para un lector asiduo de la biblia.
Considero un buen punto de partida para cualquiera que quiera profundizar sus conocimientos en la arqueología bíblica y en el análisis más pormenorizado de eventos puntuales, como la tan anhelada unificación de las doce tribus bajo el reinado de David y Salomón o los eventos posteriores a la destrucción del primer templo.
Lecturas como estas nos obligan a replantearnos cuestiones que creíamos sabidas y a respetar y admirar el trabajo de personas que, en busca de la verdad, desafían convenciones e instituciones.
por APRA | May 10, 2020 | Ciencia, Reseñas |
Por: Osvaldo Meza (osvaldomeza11@gmail.com)
Con una capacidad de síntesis, que nos recuerda al maestro Asimov, y una claridad de ideas al mismo nivel del propio Sam Harris, en este libro se conectan hechos del pasado como una introducción para entender qué sucede en el presente. Como el propio autor declara, es una reseña que nos cuenta cómo una determinada especie de homínido, el Homo sapiens, pasó de ser uno más de los tantos de su género a pasar a ser el amo y señor de lo que se encuentra en la superficie terrestre. De ser dominado y limitado por su entorno y lo que en él predomina, a dominar tantas fuerzas como le fue posible, a tal punto de moldear este ambiente hostil y domesticarlo.
Si bien el estilo literario del autor es de lo más pulcro, lo que impacta del libro es la forma en que se presentan los hechos, las ideas que se desprenden de los mismos y la interpretación que se hace de ellos, cosa que generalmente ya queda implícita y el autor lo deja a criterio del lector, ya con muy poco margen para la discusión.
No puedo afirmar haber leído muchos libros pero cierta experiencia en ese mundillo la tengo, sobre todo en libros de divulgación científica y de historia. Y justamente, este libro ofrece una descripción de la historia pero basada en las evidencias disponibles de grandes acontecimientos atribuidos al hombre, como su migración a América y la domesticación de animales, brindadas sobre todo por la arqueología y la paleontología. Y lo hace desde la aventajada perspectiva de alguien que puede ver el cuadro completo en la actualidad pero que tiene la difícil tarea de ‘’conectar los puntos’’ como diría Asimov. Y en este libro se aprovecha la ventaja y de forma palmaria se cumple con la tarea.
La estructura del libro se divide en tres partes, como se explica en el mismo, a partir de las tres grandes revoluciones que ha experimentado la humanidad: la revolución cognitiva, la agrícola y la científica. Es en esta última en la que nos encontramos hoy día.
En la primera parte se brinda un resumen de las diferentes especies de homínidos que cohabitaron el planeta hasta hace aproximadamente 10000 años (Homo rudolfensis; Homo erectus; Homo neaderthalensis), dando por tierra a la idea común de una aparición en secuencia de evolución gradual de las mismas. No, coexistieron y, como también se comenta, además se hibridaron y también se exponen pruebas de estos hechos. Inquietantes implicancias. Se ve al Sapiens como un animal más, un animal ‘’sin importancia’’ que tenía tantas probabilidades de concretar proyectos como la tenían otros mamíferos, ¿pero cómo llegó a construir civilizaciones y artefactos que escapan del planeta desde tal humilde origen? Eso también se intenta responder.
Uno de los capítulos más impactantes del libro es el que relata la naturaleza devastadora de Sapiens que caracterizó sus olas migratorias. Revela no sólo la capacidad adaptativa de la especie sino también lo efectiva que fueron las herramientas que usaron para conseguir asentarse. Herramientas principalmente cognitivas. De ahí el nombre de la primera revolución. Probablemente la causa de esta revolución, que se habrá iniciado hace 70000 años, hayan sido mutaciones aleatorias en los genes de los Sapiens, lo cual implica que tal vez sólo una vez en la historia del universo, sólo una especie tuvo la oportunidad de conocer el espacio más allá de lo que le permiten sus ojos.
Pero la aparición del lenguaje, se puede decir, es condición necesaria pero no suficiente, para el éxito de Sapiens, queda algo más. Y en ese algo más es donde se percibe la particularidad de este libro, al explicar de forma plausible fenómenos tan obvios que generalmente pasan desapercibidos. Y esa es la contribución más importante del mismo. Categorías que anteriormente eran innominadas pese a que moldearon nuestra visión actual del mundo, como las corporaciones, las finanzas, las leyes y los derechos universales, son bautizadas en este libro, de forma que dejarán una marca indeleble en la memoria del lector.
La revolución cognitiva es, en consecuencia, el punto en el que la historia declaró su independencia de la biología
Se lee en el último enunciado una introducción a la relación entre biología e historia, así también, de manera sobria se analiza los vínculos entre biología y cultura, que sería la antropología y sus contribuciones para entender problemas tan actuales como la pandemia de la obesidad o la creciente tasa de divorcios.
En la segunda parte del libro se analiza lo que el autor llama: El mayor fraude de la historia. En esta sección se hace uso de las evidencias que se disponen para llegar a conclusiones coherentes, obviamente, pero de una forma muy poco ortodoxa. Durante siglos que creyó que la agricultura y la domesticación de los animales fue un logro humano en el que el hombre ejercía un rol activo pero, ¿qué dicen los aproximadamente 11000 de agricultura en relación a la forma de vida de los Sapiens? ¿Fue esa domesticación un camino de una sola vía?
Avanzando un poco más en el libro, y por tanto, en la historia humana, nos encontraremos con las interacciones entre las distintas creaciones humanas y su evolución hasta nuestros días. ¿Porqué ‘’libertad’’ hoy día no significa lo mismo que cuando se firmó la declaración de la independencia de los Estados Unidos? ¿Qué significaba en aquel entonces ser libre? ¿Y ahora?
Es interesante que para responder preguntas de este tipo, el autor no sólo se valga de la historia o del derecho sino también de la psicología y de las neurociencias. Ecléctico.
Una vez abordados estos temas, el autor reflexiona sobre lo que llama la ‘’flecha de la historia’’, mirando a la misma, no con la vista de un águila, sino con el ‘’punto de vista de un satélite espía cósmico, que escudriña milenios en lugar de siglos’’. Sus conclusiones son contundentes.
Un aspecto clave de la llamada ‘’flecha de la historia’’ se vincula con la formación de los imperios y su relación con la religión. ¿Cómo es demasiado probable que quien lea esto en castellano sea católico? La respuesta se sabe. Pero es distinto preguntarse el ‘’cómo’’ a preguntarse ‘’por qué’’. ¿Por qué fue el cristianismo y no otro politeísmo el que acabó siendo la religión oficial del imperio romano? De igual modo, ¿por qué la revolución científica empezó en Europa occidental y no en Asia?
Y finalmente, en la última parte se analiza la revolución científica y su matrimonio con la economía, que dan paso a lo que se llama ‘’el credo capitalista’’ y al invento que argamasa todo este conglomerado que llamamos sistema económico.
Historia, biología, antropología y psicología. Justamente, ese sincretismo de disciplinas se palpa de la forma más tangible cuando se analiza lo que llamamos la ‘’felicidad’’. ¿Qué dicen los estudios realizados al respecto? Se intenta abordar el tema desde una perspectiva lo más objetiva posible, llegando a una conclusión que podrá engendrar debates, característica de todo buen libro.
Finalmente, se plantea la cuestión de lo que sucederá en el futuro, partiendo de la base de cómo estamos ahora moldeando el presente.
Con una bibliografía enciclopédica que da pie a sus afirmaciones, este libro responde de manera absolutamente pragmática y necesaria, la pregunta: porqué y para qué estudiar historia.
Evoca a la frase de Anne Rice, quien en boca del vampiro Lestat, dice: ‘’ Preguntar es realmente abrir la puerta a un torbellino. La propia respuesta puede aniquilar la pregunta y a quien la formula’’.
Libro recomendado y sirve además como perfecto regalo.
por APRA | May 9, 2020 | Crítica a las Religiones, Pensamiento Crítico |
Por: Diego Aguilar.
Todos los niños son educados y condicionados en una cierta religión.
Es uno de los crímenes más grandes en contra de la humanidad.
No puede haber un crimen más grande que contaminar la mente de un niño inocente con ideas que van a convertirse en obstáculos en su descubrimiento de la vida.
Cuando quieres descubrir algo, tienes que ser totalmente imparcial. No puedes descubrir la religión siendo musulmán, o cristiano o hindú. Esas son maneras de impedirte que descubras la religión.
Todas las religiones, hasta ahora, han estado intentando adoctrinar a los niños. Antes de que el niño sea capaz de hacer preguntas ya se le dan respuestas. ¿Te das cuenta de que esto es un atentado a la integridad intelectual de los niños?
El niño no ha hecho la pregunta y tú ya le estás dando una respuesta. Lo que estás haciendo en realidad es matar la posibilidad de que surja la pregunta. Has llenado su mente con la respuesta. Y si no tiene su propia pregunta, ¿cómo puede tener su propia respuesta? La búsqueda tiene que ser sinceramente suya. No puede ser prestada, no puede ser heredada.
Pero este disparate ha estado sucediendo durante siglos. El sacerdote, el político y tus padres están interesados en hacer algo de tí antes de que puedas descubrir quién eres. Tienen miedo de que si descubres quién eres, seas un rebelde, seas peligroso para los poderes establecidos. Entonces te convertirías en un individuo viviendo por derecho propio, no una vida prestada.
Tienen tanto miedo que antes de que el niño sea capaz de preguntar, de investigar, empiezan a atiborrar su mente con todo tipo de tonterías. El niño está indefenso. Naturalmente, cree en su madre y en su padre, y por supuesto cree en el sacerdote, en el que a su vez creen el padre y la madre. Todavía no ha aparecido el gran fenómeno de la duda.
Y dudar es una de las cosas más valiosas en la vida, porque a menos que dudes no puedes descubrir.
Les dicen: “Las dudas las siembra el diablo. La duda es quizá el pecado más grande. La creencia es una virtud. Cree y encontrarás; duda y has equivocado el primer paso”.
La verdad es justo lo opuesto. Cree y nunca encontrarás, y todo lo que encuentres no será otra cosa que la proyección de tu propia creencia, no será la verdad.
Duda y duda totalmente, porque la duda es un proceso de limpieza. Saca toda la basura de tu mente.
Te devuelve a la inocencia, vuelves a ser el niño que fue destruido por los padres, por los sacerdotes, por los políticos, por los pedagogos. Tienes que descubrir nuevamente a ese niño. Tienes que empezar desde ese punto: los niños.
por APRA | May 3, 2020 | Pensamiento Crítico, Seudomedicinas y aguas milagrosas |
´´Podemos rezar por una víctima del cólera o podemos darle quinientos miligramos de tetraciclina cada doce horas. (…) Podemos intentar una terapia psicoanalítica casi fútil con el paciente esquizofrénico, o darle de trescientos a quinientos miligramos de clozapina al día’’.
El mundo y sus demonios. Carl Sagan
Por: Osvaldo Meza (osvaldomeza11@gmail.com)
Si bien ni la ‘’ciencia cristiana’’ o el psicoanálisis son los temas a abordar, el dilema presente es válido, ya que la pregunta de fondo es si las cosas funcionan o no. Y esa es la pregunta en relación a la medicina tradicional china (MTC).
Si bien es importante conocer los motivos del gran espaldarazo dado por la OMS a la MTC (1), con sus inevitables connotaciones políticas e ideológicas (las cuales no se abordarán aquí), creemos que lo más importante es fundamentar la posición de porqué se considera que haber hecho eso es un error. Aunque uno se siente tentado a hacer cierto paralelismo entre el Gran salto hacia adelante, en el que el dictador de turno aprovechó la palanca política para oficializar la MTC a finales de los 50, pero aquella vez sólo en China, ya que ni en su vasto territorio esta última gozaba de moderada aceptación. La MTC debe su cuerpo actual a Mao Zedong.
¿Es suficiente con que el organismo internacional sanitario más poderoso certifique sin más a una terapia para que esta sea considerada eficaz?
La OMS ha hecho esfuerzos loables para la difusión y la aplicación de los avances científicos aplicados en la medicina, sobre todo en el área de salud pública y en las campañas de vacunación. Millones de personas se han beneficiado directamente de estos programas y muchas más de forma indirecta, ya que el vínculo entre salud y economía es innegable y produce más un país sano que uno sumido en una epidemia de enfermedades prevenibles. Además, se asume que al ser una organización vanguardista en el campo de la medicina, sus consejos y departamentos son asesorados por expertos en sus distintas áreas. Todo eso es verdad pero pasar de esos hechos afirmar que una terapia en particular es efectiva sin aportar evidencias es sencillamente recurrir al argumento de autoridad: algo es cierto sólo porque alguien respetado lo dice.
Dicho argumento siempre tuvo críticas y sencillamente es muy pobre cuando se trata de la medicina. ¿Por qué? Porque existen mejores, contundentes y sobre todo legítimas herramientas que permiten comprobar de forma fehaciente y sobre todo, reproducible, si una terapia funciona o no funciona. Y en cuestiones de MTC, la OMS no ha brindado ninguna evidencia de ese tipo para respaldar su apoyo.
¿Por qué decimos que no funciona la MTC?
Para responder a esta pregunta, primeramente hablemos de sus fundamentos. Contrario a la medicina ortodoxa (o sea, la que funciona), que basa su efectividad en estudios a doble ciego de casos y control en poblaciones grandes de pacientes, para suprimir lo más posible el efecto placebo, la MTC se basa en la filosofía taoísta. Eso es de comprender, ya que en sus inicios, que es aproximadamente 2600 a.C., no se conocía de microbiología, biología o bioquímica.
Como menciona J.M. Mullet, en su libro Medicina sin engaños:
‘’La MTC no se basa en la observación y la experimentación, sino en la doctrina taoísta de los no al revés. Asimismo, para complicarlo más, hay distintas escuelas con diferentes interpretaciones en las que puede variar el número de meridianos, su localización y la definición de los órganos y las enfermedades que dependen del yin y del yang. Algunas incluso hacen un mestizaje e incorporan el concepto de chakra, de origen hindú, que serían como unos centros de energía, de los que habría, otra vez según el libro que consultes, unos seis o siete asociados con los colores del arcoíris.’’
Suena a literatura fantástica, porque lo es. Sin importar consideraciones gnoseológicas, porque a la luz de lo que sabemos del cuerpo humano hoy día, la MTC lleva las de perder, en medicina (y para los pacientes en general) finalmente lo que importa que el medicamento o terapia utilizados funcione, además, que no produzca más daño que el beneficio relativo que aporta.
Por si no despierte nuestra suspicacia conocer sus principios básicos y para responder definitivamente a la pregunta de si funciona o no, un simple dato, como nos lo recuerda de nuevo J.M. Mullet:
‘’Y no lo digo por decir: los números cantan. Si realizamos un análisis objetivo, no parece que la medicina en España tenga que envidiar nada a la China. La esperanza de vida de China es de 74,2 años, con lo que se sitúa en un discreto puesto 97 en el ránking mundial, frente a los 82,5 años de España. Ya sé que la esperanza de vida es una medida indirecta en la que influyen otros factores como la alimentación, la seguridad alimentaria, etcétera. Vamos a concretar. La tasa de mortalidad infantil es de 24,63 por mil en China, frente al 4,33 por mil en España. Por lo tanto, no entiendo qué ventaja puede aportar la medicina primitiva (tradicional) china a uno de los sistemas sanitarios públicos mejores del mundo. ’’
Así es. Pero más definitiva es la sentencia de la iniciativa Cochrane. Y la vehemencia con la que se afirma esto es producto del análisis planificado, metódico y sobre todo honesto de lo que la MTC puede ofrecernos. Después de todo uno de los aspectos más llamativos de la medicina que funciona es su carácter receptivo e integrativo a cuanta opción terapéutica exista, siempre que sus resultados se comprueben según rígidos estándares.
La colaboración Cochrane.
La iniciativa Cochrane parte de la medicina basada en evidencia. Básicamente reúne todos los estudios realizados en un área en particular de la medicina, los analiza y divulga las conclusiones en relación a efectividad de los tratamientos.
A decir de su fundador, Archie Cochrane, sería una ‘’revisión crítica’’ de las evidencias disponibles a través de los ensayos realizados. Aquellos estudios que mayor peso tendrían en la revisión serían los estudios a doble ciego de casos y control y los demás estudios, si bien se incluirían en la revisión, tendrían un grado de recomendación menor. Este tipo de evaluaciones se conocería más tarde como ‘’revisión sistemática’’. O sea, se toma toda la evidencia o conocimiento disponible y serio de un campo y luego se extraen conclusiones y recomendaciones. Estas, a su vez, serán tanto o más recomendables en función a la calidad de la información inicial. Es otra manera de expresar un principio crítico fundamental: la certeza de una afirmación depende del nivel de evidencia que se tenga sobre el tema.
¿Qué aporta esta herramienta para saber más sobre la eficacia de la MTC?
Si bien hay tantos estudios en base al ‘’medicamento’’ utilizado, se dispone de revisiones sistemáticas de algunos de ellos. Tomemos dos ejemplos.
El primero que mencionaremos lleva por título Medicación tradicional china oral para la obstrucción adhesiva del intestino delgado (2). En esta revisión se tomó una afirmación por muchísimo tiempo sustentada por los defensores de la MTC. Nada más y nada menos que el tratamiento de las bridas y adherencias post- quirúrgicas. Estas suelen ser una complicación tardía de cirugías abdominales y por lo general los casos sintomáticos son de tratamiento quirúrgico, ya que el tejido fibroso originado por el proceso de curación tras la cirugía forma una especie de cuerda que ahorca el tubo digestivo y puede producir finalmente una obstrucción intestinal con graves consecuencias si no se resuelve a tiempo.
Los resultados son reveladores:
‘’Se analizó cinco ensayos aleatorios que incluyeron 664 participantes. En dichos ensayos se probaron cinco medicinas diferentes a base de hierbas que incluyeron decocción de Huo‐Xue‐Tong‐Fu, decocción de Xiao‐Cheng‐Qi‐Tang, una combinación de decocciones de Xiao‐Cheng‐Qi‐Tang y Si‐Jun‐Zi‐Tang, decocción de Chang‐Nian‐Lian‐Song‐Jie‐Tang y decocción de Fufang‐Da‐Cheng‐Qi‐Tang. Hubo variaciones en las composiciones a base de hierbas probadas y en los métodos de administración de la medicación. Los resultados principales informados en los ensayos fueron los efectos sobre el dolor abdominal, la distensión abdominal, el estreñimiento, la defecación, el tiempo hasta la primera defecación después del tratamiento y la tasa de reintervención durante el curso de la enfermedad. ‘’
‘’Aunque muchos estudios han evaluado el uso de la MTC para la obstrucción adhesiva del intestino delgado, la mayoría se excluyó de esta revisión debido a sus limitaciones metodológicas. Esta revisión sistemática no encontró pruebas suficientes para apoyar la eficacia y la seguridad objetivas de la MTC en pacientes con obstrucción adhesiva del intestino delgado. Las pruebas positivas se deben interpretar con cuidado debido al número insuficiente de estudios con tamaños de la muestra grandes, la falta de ensayos bien diseñados y de alta calidad y la falta de información de seguridad. Por lo tanto, se necesitan estudios adicionales con tamaños de la muestra más grandes y ensayos controlados aleatorios de alta calidad que produzcan datos más exactos y significativos sobre la eficacia de las medicinas chinas a base de hierbas para la obstrucción adhesiva del intestino delgado.’’
Otro ejemplo lo tenemos en relación al tratamiento de la preeclampsia(3), grave enfermedad que consiste en cifras peligrosas de presión arterial en mujeres con embarazo de término.
Aquí tampoco las conclusiones no favorecen a la MTC.
Resultados principales:
No había ensayos adecuados para su inclusión en esta revisión.
Conclusiones de los revisores:
El efecto de las hierbas medicinales chinas para el tratamiento de la preeclampsia todavía es incierto. Actualmente no existen ensayos controlados aleatorios que aborden la eficacia y seguridad de las hierbas medicinales chinas para el tratamiento de la preeclampsia. Se requieren ensayos controlados aleatorios bien realizados.
Como se puede ver, la MTC no es respaldada por la medicina que sí funciona, la que se basa en evidencia y que salva vidas. Una vez más se destaca la importancia del pensamiento crítico a la hora de tomar decisiones, las que sean, pero mucho más aun cuando se trata de nuestra salud.
Si bien las implicancias de las nuevas políticas de salud de la OMS tendrán inevitables consecuencias, consideramos que el único escudo contra estas pseudociencias siempre lo será el conocimiento que la verdadera ciencia brinde, ya que finalmente es el paciente quien decidirá qué tipo de terapia usar.
Nota post- liminar:
Para más datos sobre estudios y particularidades en relación a la MTC y la muy relacionada acupuntura, se recomienda:
– Medicina sin engaños. Todo lo que necesitas saber sobre los peligros de la medicina alternativa. J. M. Mulet. T. Editorial Destino (2016)
– Trick or treatment. The undeniable facts about alternative medicine, by Simon Singh and Edzard Ernst. Bantam Press (2008)
Bibliografía consultada.
- https://clustersalud.americaeconomia.com/sector-publico/la-medicina-tradicional-china-adquiere-mas-relevancia-gracias-la-oms.
- Suo T, Gu X, Andersson R, Ma H, Zhang W, Deng W, et al. Oral traditional Chinese medication for adhesive small bowel obstruction. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2012 [citado 3 de mayo de 2020];(5). Disponible en: https://www.cochranelibrary.com/es/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD008836.pub2/full/es
- Hierbas medicinales chinas para el tratamiento de la preeclampsia (Revisión Cochrane traducida) [Internet]. [citado 3 de mayo de 2020]. Disponible en: https://www.fisterra.com/guias2/cochrane/AB005126-ES.htm
por Invitado | Abr 8, 2019 | Pensamiento Crítico |
Por Claudio Di Gregorio
Los medios abundan en malas noticias: despidos, pobreza, más desigualdad económica, calentamiento global y contaminación ambiental, nuevas enfermedades, más terrorismo y guerras en distintas regiones. Homicidios, hambre en África, inundaciones, pandemias, crisis de refugiados, cada vez más químicos en nuestros alimentos… el mundo pareciera estar al borde del colapso —ya vienen el Armagedón y Jesucristo. ¿Deberíamos volver al pasado bucólico de nuestros abuelos o bisabuelos? Quienes lo proponen no saben cómo se vivía antes de la Revolución Industrial: sin medicamentos ni antibióticos o agua potable, sin alimentos suficientes, electricidad o sistemas sanitarios.
Al contrario de lo que creemos, el progreso en las últimas décadas no tiene precedentes. Estamos ante el mayor ascenso en los estándares de vida globales que se haya producido nunca. La pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, el trabajo infantil y la mortalidad infantil están cayendo más rápido que en cualquier otro momento en la historia humana. El riesgo de que un individuo sea expuesto a la guerra, muera en un desastre natural o caiga bajo una dictadura es menor que en cualquier otra época.
Hay muchos indicadores de que el pesimismo no se justifica. Veamos unos cuantos:
¿Somos más pobres?
Quizás sí en algunos puntos del planeta —como Argentina o Haití— pero no globalmente. En los últimos 50 años, la pobreza mundial cayó más que en los 500 años precedentes. Desde hace 25 años, salen de la pobreza extrema 138 mil personas por día.
Se calcula que el PIB creció solo 50 % desde el nacimiento de Cristo a 1820. En 1820, el PIB per cápita en lo mejor de Europa Occidental era menor que el actual de Mozambique o Pakistán; desde entonces, el PIB per cápita en Occidente aumentó más de 15 veces. Desde 1950, el PIB per cápita de India se ha multiplicado por 5, el de Japón 11 veces y el de China casi 20 veces: casi 9 de cada 10 chinos vivían en extrema pobreza en 1981; hoy, solo 1 de cada 10.
Los países ricos progresaban más rápido que los pobres, pero desde 2000 los países en desarrollo crecieron más rápido, al 3 % anual. En una década, el ingreso per cápita en los países de ingresos bajos y medios del mundo se duplicó. El 28 de marzo de 2012 fue el primer día en la historia en que los países en desarrollo tuvieron más de la mitad del PIB mundial.
En 1820, el 94 % de la población mundial vivía en la pobreza extrema. En 2015, solo el 12 % del mundo seguía en pobreza extrema.
En el 2000, las Naciones Unidas plantearon el objetivo de que en 2015 la pobreza extrema sea la mitad de la de 1990. La meta se cumplió 5 años antes de la fecha límite.
Expectativa de vida
Un hombre prehistórico, un griego o un romano del imperio tenían una esperanza de vida de 20 a 30 años. Haití, uno de los pocos países que hoy es más pobre que en 1950, en realidad tiene una mortalidad infantil más baja que la que tenían los países más ricos del planeta en 1900.
La esperanza de vida al nacer aumentó más del doble en el último siglo que en los 200.000 años anteriores. Un chico nacido hoy tiene más probabilidades de llegar a la jubilación que sus antecesores hasta el quinto año de vida. Al inicio de la guerra en 1964, EE. UU. y Vietnam tenían muy distintas expectativas de vida; en 2003 se igualaron. La prosperidad es importante: ningún país con ingreso per cápita superior a 10 mil dólares tiene una tasa de mortalidad infantil superior al 2%.
¿Mueren de hambre en el África subsahariana?
Los europeos del siglo 18 recibían menos calorías que el promedio subsahariano de hoy, y sus hambrunas eran crónicas o periódicas. Hace un siglo las familias gastaban casi todo su ingreso en alimentos; hoy pesan cinco veces menos en la canasta familiar.
Mil millones le deben la vida a la Revolución Verde de Norman Borlaug, de mediados de siglo, y 2 mil millones han dejado de tener hambre desde 1990.
¿El mundo es cada vez más violento?
En las invasiones mongoles del siglo XIII habría muerto una de cada 8 personas del mundo. En las caídas de Roma (siglos III a V) y de la dinastía Ming (siglo XVII) murieron proporcionalmente dos veces más que en la Segunda Guerra Mundial.
En Europa desde 900 d.C. había dos guerras nuevas por año, y en los 500 años que terminaron en 1938 hubo más de 2 mil guerras en el resto del mundo.
La guerra y la violencia eran el estado natural. Un 15 % de los cavernícolas tuvo una muerte violenta; 34 de los 49 primeros emperadores romanos y uno de cada ocho regentes europeos del 600 al 1800 fueron asesinados en el cargo. El sacrificio humano era común en la antigüedad. La tortura era aplicada por las autoridades —ceguera, hierro ardiente, amputaciones— y las ejecuciones eran orgías de sadismo, pero ambas fueron derogadas en casi todo el mundo. Los reyes lograron impedir las guerras civiles, y la justicia reemplazó la venganza personal. En 1828 se crea la policía. El aumento del comercio transformó al prójimo, de amenaza a cliente.
Las guerras duraban años, pero las cuatro con grandes poderes en el último cuarto del siglo XX duraron en promedio 97 días. En las guerras entre países morían unas 86 mil personas en los años 50; hoy mueren poco más de 3 mil. Las guerras civiles actuales matan a menos de un tercio de las cifras que en los años 60 a 80.
El siglo XXI ha estado más libre de genocidio que nunca. El terrorismo es espectacular, pero de los 457 grupos terroristas activos desde 1968, ninguno logró conquistar un Estado y el 94 % de ellos no logró ni siquiera uno de sus objetivos.
Somos los destructores del medio ambiente
No tanto. En 1972, el Club de Roma advirtió que los contaminantes aumentaban exponencialmente, pero pronto la contaminación no solo dejó de aumentar, sino que comenzó a disminuir dramáticamente. Según la agencia ambiental de Estados Unidos, de 1980 a 2014 las emisiones totales de los seis principales contaminantes del aire se redujeron, en promedio, en más de dos tercios. La emisión de plomo, caso extremo, cayó un 99 %.
La deforestación se detuvo en los países ricos. El área forestal de Europa y de Estados Unidos viene creciendo desde 1990, y en el resto la pérdida anual de bosques es casi cero. En China, los bosques aumentan en más de 2 millones de hectáreas por año. La deforestación de la Amazonia brasileña disminuyó un 70 % desde 2005.
En 1975 se calculó que la mitad de las especies del planeta se habrían extinguido, pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza hoy enumera solo 709 especies extinguidas desde 1500. Las áreas protegidas casi se duplicaron entre 1990 y 2013, y ahora el área mundial es dos veces los Estados Unidos.
Los autos son más limpios: un auto moderno en marcha contamina menos que un auto de los años 70 apagado, cuando se fugaba vapor de gasolina.
En 1972 dijeron que el cobre se agotaría en 36 años. Hoy estimamos que nos quedan entre 100 y 200 años de cobre.
¿Estamos envenenando nuestra salud?
Quizás la fiebre tifoidea haya matado uno de cada tres atenienses y acabado con su civilización. La Peste Negra del siglo XIV mató a un cuarto de los europeos. Cuando Napoleón se retiró de Moscú en 1812, más de 400.000 de sus 500.000 soldados murieron de neumonía, tifus y disentería.
Desde hace 25 años, 285.000 nuevas personas ganan acceso a agua potable cada día, quizás el mayor factor de eliminación de enfermedades, seguido por los antibióticos y las vacunas. La viruela mataba millones; hoy no existe. Medicamentos baratos frenaron las enfermedades cardiovasculares.
Hoy el cáncer es más frecuente, pero eso ocurre porque en promedio ataca a los 65 años, y antes no vivíamos hasta esa edad. Además, los tratamientos mejoran: las tasas de muerte por cáncer han disminuido un 22 % en las últimas 2 décadas. La Organización Mundial de la Salud estima que la contaminación y los químicos en nuestro medio ambiente no representan más del 3 % de todos los cánceres, incluidos los cánceres laborales. La Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. opina que los componentes sintéticos de nuestra dieta podrían ser más seguros que los componentes naturales.
El peor problema en los países pobres no viene de la tecnología y la riqueza, sino de su falta: sin electricidad ni gas, miles de millones cocinan quemando leña, estiércol y carbón en ambientes cerrados, y eso causa enfermedades respiratorias agudas y mata a una persona cada 10 segundos en el mundo.
¿Somos prisioneros del sistema capitalista?
Para el Antiguo y el Nuevo Testamento la esclavitud es una institución natural y establecida. Hasta el siglo XIX, no era ilegal en ningún lado. Se sigue practicando en algunas zonas, pero desde 2007 es un delito en todo el mundo. La segregación ha desaparecido de las democracias occidentales.
En 1900, nadie vivía en una democracia que alcanzase a todo hombre, mujer o nativo. Hoy la democracia es la regla en Occidente, y en los catorce países de la ex Unión Soviética.
Además, entramos al mundo laboral más tarde, trabajamos menos horas por semana, nos jubilamos antes y vivimos más tiempo después de la jubilación. La población mundial crece, pero la tasa de desempleo cae.
Nuestra visión de la homosexualidad
Hasta mediados del siglo XX era un delito en muchos países, y en el pasado a menudo se pagaba con mutilación y con la vida, lo que aun ocurre en algunos países islámicos. Pero no solo ya no es delito en el mundo civilizado, sino que desde 1973 no se la considera trastorno mental.
¿Cada día somos más ignorantes?
En 1820, según la OCDE, solo el 12 % de la población mundial podía leer y escribir; hoy solo el 14 % de los adultos no puede leer y escribir. Y los países pobres alcanzan a los ricos: en 1900 tenían 1/8 del nivel de alfabetización de los países ricos; ahora es la mitad.
En América Latina, la educación primaria aumentó de 23 % en 1900 al 94 % en 2010. Tras la Segunda Guerra Mundial, el coeficiente de inteligencia promedio era de 100; en 1972 fue de 108, y en 2002, de 118,5. Antes, ninguna mujer iba a la universidad; hoy más mujeres van que hombres.
¿Se exagera con el feminismo?
Quizás sí, pero el retraso era largo: durante casi toda la historia, las mujeres fueron propiedad de sus padres primero, y luego de sus maridos. No podían votar, tener propiedades, controlar sus propios cuerpos, recibir educación o trabajar fuera del hogar. Incluso podían ser compradas y vendidas.
Si nuestra hija o nuestra hermana venía a nuestra casa escapando de un marido violento, podríamos haber ido a la cárcel por albergarla. Debíamos devolverla a su marido golpeador. El cambio de mentalidad ha sido tal que los hombres de hoy son más feministas que las mujeres en los años 70.
Hay demasiados pobres niños maltratados
Cierto, pero el pasado era mucho peor: desde siempre el trabajo de niños muy chicos fue natural. Los padres recurrían a ellos no porque fueran malos, sino porque eran muy pobres y necesitaban el trabajo de sus hijos para alimentar a la familia. Aun en 1950, la tasa de trabajo infantil en China era del 48 %, en India 35 %, en África 38 %, y en un país más rico como Italia, del 29 %.
Según la Organización Internacional del Trabajo, del 2000 al 2012 los trabajadores infantiles disminuyeron de 245 a 168 millones: 40% menos niñas y 25% menos varones. Y la proporción de chicos en trabajos peligrosos o insalubres cayó dos tercios.
Hemos progresado más en estos 100 años que en los previos 100 mil. La mayor parte de la reducción de la mortalidad humana ocurrió en las últimas cuatro de las 8 mil generaciones de Homo sapiens, desde que evolucionamos hace 200 mil años.
La humanidad pudo hacer todo esto cuando muy pocos tenían acceso a una fracción del conocimiento y podían colaborar solamente con gente cercana. Imaginemos lo que va a pasar ahora, que somos miles de millones conectados. Todavía hay enormes problemas —como la crisis de los refugiados, el cambio climático o el aumento de la desigualdad en la mayor economía mundial— pero ahora tenemos más cerebros que nunca, inventando posibles soluciones.
En física, la velocidad de escape es la velocidad que necesita un objeto para liberarse de la fuerza gravitacional de un cuerpo. La humanidad ha alcanzado la velocidad de escape.
Quien desee profundizar en el tema puede descargar la versión in extenso de este artículo. También dispone del ciclo de recientes audiciones del Observatorio Racionalista sobre “El progreso humano”, empezando por la segunda parte del programa del 9 de febrero de 2019 (“La neutralidad positiva”).
Recomiendo también sitios web como Our World in Data de Max Roser; Gapminder de Hans Rosling (contra las percepciones erróneas); OECD Historical Statistics, el del Banco Mundial y los de la ONU y sus agencias.
Finalmente, estos libros:
- Amartya Sen, Development as Freedom, 1999.
- Charles Kenny, Getting Better, Why Global Development Is Succeeding, 2012.
- Henry George, Progress and Poverty, 2006.
- Henry Grady Weaver, The Mainspring of Human Progress, 1953-1965.
- Joel Mokyr, The Lever of Riches. Technological Creativity and Economic Progress, 1992.
- Johan Norberg, Progress: Ten Reasons to Look Forward to the Future, 2016.
- Matt Ridley, The Rational Optimist: How Prosperity Evolves, 2010.
- Otto L. Bettman, The Good Old Days: They Were Terrible, 1974.
- Peter H. Diamandis & Steven Kotler, Abundance: The Future is Better Than You Think, 2012.
- Robert William Fogel, The Escape From Hunger and Premature Death, 2004.
- Ronald Bailey, The End of Doom: Environmental Renewal in the Twenty-First Century, 2015.
- Ruth DeFries, The Great Ratchet: How Humanity Thrives in the Face of Natural Crisis, 2014.
- Steven Pinker, The Better Angels of Our Nature, 2011.
- Indur M. Goklany, The Improving State of the World, 2007.
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